La militancia de ERC da luz verde a la investidura de Illa con el 53,5% de los votos

La militancia de ERC da luz verde a la investidura del candidato socialista, Salvador Illa, con solo el 53,5% de los votos tras una consulta de alto voltaje que ha disparado los nervios y la división dentro del partido republicano. De hecho, el "sí" a la presidencia del PSC ha salido adelante por la mínima, por apenas 550 avales de diferencia.

De los más 8.200 militantes que tenían derecho a voto, han votado 6.349 (77%), de los que 3.397 (53,5%) han apoyado el preacuerdo; 2.847 (44,8%) han votado en contra y 105 (1,7%) se han abstenido (en blanco).

En total, este viernes estaban llamados a votar 8.200 militantesque tenían que responder a la siguiente pregunta: "¿Estás de acuerdo con que ERC vote a favor de la investidura del candidato socialista a cambio de la soberanía fiscal, la promoción y protección de la lengua catalana, la Convención Nacional para la resolución del conflicto político y el resto de medidas acordadas?". Las opciones eran tres, un "sí", un "no" o una abstención.

Una cuestión en la que la dirección de ERC ha optado por esconder el nombre de Salvador Illa y habla solamente del "candidato socialista" sin ponerle nombre ni apellidos. La consulta ha sido cien por cien telemática y ha acabado a las 19 horas.

El lunes y después de una reunión maratoniana de diez horas, ERC dio luz verde a un preacuerdo con el PSC, "avalado por el PSOE", que pivota en la Hacienda propia catalana y la independencia fiscal a partir de 2025, la gran cesión arrancada por los republicanos a Pedro Sánchez.

A partir de entonces, el cisma ha sido evidente y el partido se ha dividido en tres facciones. los partidarios del acuerdo (el grueso de la dirección, con Marta Rovira a la cabeza), los neutrales (con OriolJunqueras a la cabeza) y los contrarios (la diputada Pilar Vallugera o el Col·lectiu Primer d'Octubre).

Tal era la "división" y la "crispación" existentes entre las bases, como reconocían a este diario fuentes del sector más crítico, que la propia Rovira, el presidente en funciones Pere Aragonès o varios consejeros de la Generalitat en funciones bajaron al barro y participaron en persona en las asambleas territoriales para vender las virtudes del pacto y poner el acento en la soberanía fiscal. "Es un buen acuerdo, un muy buen acuerdo, otra cosa es que la militancia lo acepte", aseguraba el lunes un miembro de la dirección republicana.

Sobre la soberanía fiscal que ha enfadado a varios sectores del PSOE, el acuerdo entre ERC y los socialistas recoge que Cataluña "saldrá del régimen común" de financiación con un modelo a la carta y el objetivo final de "gestionar, liquidar, recaudar e inspeccionar" todos los impuestos, "el 100%".

"Será necesario formalizar el presente acuerdo durante el primer semestre de 2025 en la comisión bilateral entre el gobierno de la Generalitat y el del Estado en relación al modelo de financiación", señala el texto. En definitiva, será la Generalitat quien "gestione, recaude, liquide e inspeccione todos los impuestos soportados en Cataluña" y será esta administración - a través de la Agencia Tributaria de Cataluña (ATC)- la que "aumente sustancialmente la capacidad normativa en coordinación con el Estado y la Unión Europea".