Misión salvar TikTok: China se abre a negociar una posible venta mientras Trump amenaza con nuevos aranceles y deja la puerta abierta a que Musk compre la aplicación
Entre el maratón de firmas de órdenes ejecutivas que se metió Donald Trump en sus primeras horas como presidente de Estados Unidos, se encontraba el nuevo salvavidas que lanzó a TikTok: una tregua de 75 días que retrasa la prohibición de la plataforma en las tiendas de aplicaciones de EEUU con el propósito de que la empresa matriz, la china ByteDance, se abra a negociar para desprenderse de parte de su participación en TikTok.
"Me gustaría que Estados Unidos tuviera una participación del 50% en una empresa conjunta. Al hacer esto, salvamos a TikTok, lo mantenemos en buenas manos y le permitimos seguir en activo", publicó Trump en su cuenta de Truth Social después de resucitar a una aplicación con 170 millones de usuarios en EEUU y que el fin de semana estuvo 14 horas apagada por la ley bipartidista que prohíbe la app alegando que es una amenaza para la seguridad nacional.
Ahora, es China la que tiene que mover ficha. ByteDance no puede vender sus operaciones estadounidenses de TikTok sin la aprobación del Gobierno chino, que en 2020 actualizó sus normas de control de exportaciones para vetar cualquier acuerdo que suponga vender tecnología china a un comprador estadounidense. En China también existe una ley que establece que el Estado tomará medidas para "monitorear, prevenir y gestionar los riesgos y amenazas de ciberseguridad que surjan tanto dentro como fuera del territorio".
Durante toda la batalla legal, la cual inició precisamente Trump acusando a TikTok de facilitar al régimen chino la información de todos sus usuarios, en Pekín se han opuesto rotundamente a cualquier venta forzosa. Pero con el ruidoso regreso del republicano, que ha cambiado radicalmente de parecer respecto a la no prohibición de la aplicación, en el gigante asiático pueden estar abiertos en estos momentos a cerrar un acuerdo con posibles inversores estadounidenses.
Las autoridades chinas van a levantar el veto a las negociaciones. Este paso era fundamental para la supervivencia de TikTok en EEUU. La primera señal de este giro la mandó el lunes un portavoz del Ministerio de Exteriores chino, quien aseguró que "las empresas pueden tomar sus propias decisiones sobre operaciones y adquisiciones", lo que supone un cambio total con respecto a la posición oficial anterior, que se reducía a que el Gobierno chino bloquearía una venta de TikTok forzada por la ley impulsada por la administración Biden y apoyada también por los republicanos.
Trump, además de decir que quería que estadounidenses y chinos se dividieran el control de la aplicación, amenazó con imponer aranceles adicionales a las importaciones chinas si Pekín no aprueba un acuerdo de venta.
La orden ejecutiva firmada por Trump permite a ambas partes ganar tiempo para explorar todas las alternativas. Los medios estadounidenses han señalado que en este periodo de negociaciones puede ser clave la figura del multimillonario Elon Musk, quien se ha mostrado en público contrario a la prohibición de TikTok y que mantiene buenas relaciones con las autoridades chinas por los negocios de Tesla en el gigante asiático.
El martes, Trump dijo que apoyaría a Musk si este quisiera comprar TikTok. El líder aseguró que se había reunido con los "grandes propietarios" de la plataforma china y describió la aplicación como "inútil" sin su aprobación.
La semana pasada, Bloomberg incluso llegó a publicar que en Pekín estarían evaluando una posible opción que implicaría al propio Musk, aunque para cualquier operación se tendría que contar con el visto bueno del fundador de TikTok, Zhang Yiming, quien tiene una participación del 21% en ByteDance y que se ha distanciado en los últimos años del gobernante Partido Comunista. Zhang ya no ocupa un puesto ejecutivo dentro de la empresa.
"ByteDance no es un agente de China y TikTok nunca ha compartido ni recibido una solicitud para compartir datos de usuarios estadounidenses con el Gobierno chino", ha reiterado el director ejecutivo de TikTok, el singapurense Shou Zi Chew, quien estuvo en la investidura de Trump y se reunió con el nuevo presidente el pasado 16 de diciembre en su resort de Mar-a-Lago.
"El destino final de TikTok servirá como una señal que revele si el gobierno de EEUU está dispuesto a resolver los problemas en términos comerciales normales o seguirá usando la bandera de la seguridad nacional para aplastar a las empresas comerciales", rezaba un editorial reciente del diario oficialista chino Global Times. "La difícil situación de TikTok no es un caso aislado, sino más bien un microcosmos del entorno del mercado estadounidense con la creciente exageración del concepto de seguridad nacional".