El sueño de Estudiantes: a dos partidos de volver a la Liga ACB
El conjunto colegial, que lleva tres años militando en LEB Oro, inaugurará la final a cuatro de ascenso a la Liga Endesa este sábado a las 17:30 frente al Tizona Burgos
Estaban incrédulos los jugadores murcianos cuando la bocina sonó en el Martín Carpena de Málaga. Todo eran lágrimas y abrazos. Incluso el escolta Dylan Ennis, uno de los más carismáticos y alegres de toda la competición, rompió a llorar durante la entrevista postpartido con Movistar. Reconoció el canadiense que, tras el cuarto partido, la presión era tal que se derrumbó en los brazos de su mujer cuando llegó a casa después de la derrota ante el Unicaja.
Alonso, arquitecto mayúsculo de esta maravilla, además de dedicarle el triunfo a su madre, que falleció a principios de año, rápidamente se enfundó una camiseta de su pupilo Wilhelm Falk, que no pudo estar en el decisivo duelo porque horas antes tuvo que ser operado con rapidez de una peritonitis. El técnico madrileño, cuando le preguntaron si esta había sido una campaña muy dura, aseguró que todo lo contrario, pues dos de sus jugadores, los hermanos Kurucs, habían sido padres.
Estas emotivas escenas valen más que las estadísticas, explican por qué el UCAM Murcia ha llegado tan lejos. Parece que este equipo ha sabido utilizar los mazazos a su favor, ver el lado positivo de las cosas, disfrutar la vida. Son humanos antes que deportistas y es por eso que han hecho historia.
El equipo tuvo que acostumbrarse muy rápido a los contratiempos. Su fichaje estrella, el sueco Simon Birgander, que había realizado unos primeros meses de competición espectaculares, casi se destroza el tobillo en un duelo ante el Valencia en diciembre. El diagnóstico arrojó que tenía un grave esguince, pero el pívot acabó siendo intervenido y estuvo de baja cuatro meses. Volvió a jugar algunos minutos en las últimas jornadas de ACB, aunque una recaída acabó con su temporada recientemente.
Desesperada, la dirección deportiva tiró de contactos para traer de vuelta a un viejo conocido de la liga española. El montenegrino Marko Todorovic, ex del Barça y del Betis, no estaba en forma tras su paso por la liga china, pero su amistad con Alonso y su calidad hicieron que su encaje fuera perfecto. No se notó tanto la ausencia de Birgander gracias al balcánico, pero el mal fario apareció de nuevo.
Todorovic sufrió una inflamación en el tendón de Aquiles antes del inicio de los playoffs y no volvería a jugar hasta el fin de temporada. Poco importó, porque hombres como Rodions Kurucs, Troy Caupain, Yannis Morin, Jonah Radebaugh, Dustin Sleva o Howard Sant-Ross se hicieron cargo de la situación y, aunque por momentos daba la sensación de que se iban a desplomar sobre la pista de puro cansancio, siguieron adelante.
Vencieron al Valencia en los cuartos, uno de los equipos con más presupuesto de nuestro baloncesto, conquistando La Fonteta en el primer y en el tercer duelo de la serie, pese a que perdieron en el Palacio de los Deportes de Murcia. Repitieron machada en el Carpena, donde salieron victoriosos en los tres duelos disputados en la Costa del Sol. Nadie había llegado a la final de esta manera, solo con victorias a domicilio. Ahora llega el Madrid. Habrá que ver si es suficiente para frenar a este grupo salvaje.