Hizbulá dispara por primera vez un misil balístico contra la zona de Tel Aviv mientras Israel prepara una posible incursión terrestre en Líbano

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6:29. A la misma hora que Hamas lanzó el ataque contra el sur de Israel el pasado 7 de octubre desatando la masiva ofensiva israelí en la Franja de Gaza y la incorporación de Hizbulá en la escalada, la milicia libanesa disparó por primera vez un misil balístico contra la zona de Tel Aviv. El misil Qader 1 fue interceptado por la honda de David del escudo defensivo de Israel que horas después movilizó dos brigadas de reservistas hacia la frontera con el Líbano.

El jefe del Estado Mayor de Israel, Herzi Halevi, ha dicho a las tropas que los ataques aéreos sobre Líbano están sirviendo para preparar el terreno para una posible incursión terrestre contra Hizbulá, después de que el Ejército convocara a dos brigadas para realizar "misiones" en el norte.

"Podéis oír a los aviones ahí arriba, atacamos todo el día. Tanto para preparar el terreno para la posibilidad de vuestra entrada como para seguir haciendo daño a Hizbulá", ha dicho este responsable militar..

"La movilización permitirá continuar los combates contra el grupo terrorista Hizbulá y crear las condiciones para que los residentes en el norte de Israel puedan volver a sus casas", anunció el ejército sobre una medida destinada a reforzar la defensa de la línea divisoria, pero también a lanzar el aviso de que no descarta una incursión terrestre en el sur libanés si la mediación no logra alcanzar un alto el fuego.

Este miércoles, al menos 51 personas murieron y otras 223 resultaron heridas en los bombardeos israelíes contra diferentes áreas del sur y el este del Líbano, según el Ministerio de Salud libanés.

Hizbulá también envió otro aviso en forma de misil tierra-tierra asegurando que su objetivo fue la sede del Mosad a pocos kilómetros del norte de Tel Aviv por ser el "responsable de la explosión de beepers y aparatos electrónicos y el asesinato de líderes".

El ejército, que denunció que la milicia "atacó zonas pobladas donde no se encuentra la sede del Mosad", no recurrió a su famoso sistema cúpula de hierro para neutralizar el misil sino a la honda de David destinado a amenazas de mayor alcance. Se trata de un sistema defensivo intermedio entre la cúpula de hierro y el Jetz II y el Jetz III (Flecha, en hebreo) capaz de neutralizar "aparatos hostiles" desde 40 a 300 kilómetros.

Para saber más

Israel afirma que destruyó la plataforma de lanzamiento del misil como parte de los bombardeos más extensos contra Hizbulá en Líbano desde la guerra de 2006.

La milicia proiraní revela que usó el misil de tipo Qader 1, con una gran carga explosiva, para efectuar el ataque que activó las sirenas de un amplio perímetro del centro de Israel recordando a sus habitantes que la guerra no es solo cuestión del Sur (Gaza-Hamas) y Norte (Líbano-Hizbulá). Con todo, el grupo de Hasan Nasrala aún no ha atacado de forma masiva el corazón económico, social, tecnológico y cultural de Israel, ya que es consciente que ello acercaría el escenario de una guerra total.

Hizbulá justificó el ataque como respuesta a los bombardeos israelíes sin precedentes de hace una semana, combinando la habitual terminología empleada desde que se inició la escalada el pasado 8 de octubre ("apoyo al firme pueblo palestino en la Franja de Gaza y su valiente resistencia") con la adoptada tras los bombardeos de los últimos días ("en defensa de Líbano y su pueblo").

El ataque llega al día siguiente de la muerte del considerado responsable de la unidad de misiles y proyectiles de Hizbulá, Ibrahim Mohamed Qubaisi, en un ataque aéreo contra un edificio en su feudo en los suburbios del sur de Beirut. "El combatiente mártir en el camino a Jerusalén", anunció la milicia. Abu Musa se suma a una serie de líderes en la cúpula militar y cabecillas en el terreno de Hizbulá alcanzados por los misiles israelíes.

"Hizbulá ha sufrido una serie de severos golpes contra su mando, control, combatientes y recursos de lucha", ha declarado el ministro de Defensa, Yoav Gallant, asegurando que continuará la llamada operación Flechas del Norte hasta lograr el objetivo de devolver a los más de 60.000 evacuados de las localidades cercanas a la frontera desde hace un año a raíz de los misiles, drones y proyectiles lanzados desde Líbano. Unas andanadas que este miércoles se intensificaron (causando varios heridos graves) y ampliaron hasta zonas sureñas de Haifa, desde donde también se pueden sentir a los cazas israelíes camino al Líbano.

Pese al cambio de estrategia de Israel (intento de ruptura de la ecuación de guerra de desgaste de la milicia con ataques contundentes), Nasralá mantiene como condición para la calma una tregua en la Franja de Gaza.

Nadie puede pronosticar la duración del enfrentamiento. "Aspiramos a que la campaña sea lo más corta posible y por eso atacamos con gran intensidad, pero estamos preparados a que tome su tiempo", declaró el portavoz militar, Daniel Hagari, que se niega a detallar el daño infligido a las capacidades de Hizbulá después de que varias informaciones elevaran la posibilidad que le quedan solo la mitad de los 150.000 proyectiles y misiles de los que disponía en octubre de 2023.

En la última reunión del gabinete de Benjamin Netanyahu, que tiene previsto viajar este jueves a la Asamblea General de la ONU, los responsables del ejército enfatizaron dos grandes objetivos de la llamada operación Flechas del Norte: "la vuelta de los desplazados del norte del país y reforzar la capacidad de disuasión ante el eje liderado por Irán".

Todos los escenarios son posibles: desde un acuerdo gracias a la mediación internacional para desescalar la situación a una intervención terrestre israelí en el sur del Líbano en lo que sería ya una guerra en toda la regla sin descartar la posibilidad de que Irán no deje solo a Hizbulá ante su gran enemigo e intervenga de forma directa.

En un comunicado conjunto, Irak, Jordania y Egipto condenaron "la agresión" de Israel a la que acusan de "empujar a toda la región hacia una guerra abierta".