

El Ejército israelí confirmó a última hora del jueves ataques aéreos contra un centenar de lanzadores de misiles de la milicia chíi libanesa Hizbulá, algunos de los cuales estaban "listos para disparar contra Israel.
Según un comunicado castrense, publicado minutos antes de la medianoche, cazas israelíes bombardearon intensamente durante dos horas, "bajo la dirección de inteligencia" del Ejército, atacando unos 100 lanzadores e infraestructura adicional que, en total, contenían unos 1.000 barriles de lanzacohetes.
El Ejército "seguirá operando para degradar la infraestructura y las capacidades" de Hizbulá con el fin de "defender" al Estado de Israel, detalla el texto.
El canal libanés de televisión Al Manar, perteneciente a Hizbulá, ya reportó anoche más de medio centenar de ataques israelíes próximos a la frontera, mientras que la Agencia Nacional de Noticias del Líbano (ANN) confirmó bombardeos contra zonas situadas en la región de Jezzine, bastante alejada de la frontera común pero dentro del radio de acción abarcado anteriormente por el Estado hebreo.
Esta es la segunda ola de bombardeos contra el sur del Líbano perpetrada ayer por Israel, después de que el Ejército bombardease por la tarde otras 30 plataformas de lanzamiento e infraestructuras pertenecientes a Hizbulá.
El líder de la milicia chií, Hassan Nasralá, admitió el jueves que su grupo había recibido un golpe "sin precedentes" tras las mortíferas explosiones de sus equipos de transmisión en Líbano, y prometió una respuesta "terrible" a este espectacular ataque, que atribuyó a Israel.
Israel no hizo ningún comentario sobre este atentado, que se produjo justo después de anunciar que ampliaba sus objetivos bélicos, en Gaza contra Hamas, a la frontera con Líbano para permitir el regreso a sus hogares de los habitantes del norte del país, desplazados por los enfrentamientos transfronterizos entre Hizbulá y el ejército israelí, que se suceden casi a diario desde octubre.
En este clima de extrema tensión, el Mando del Frente Interior emitió nuevas instrucciones para varias zonas del Golán sirio anexionado y la Alta Galilea oriental, incluida la ciudad de Safed, instando a la población a reducir al mínimo los desplazamientos y a permanecer cerca de sus refugios.
Israel le advirtió el martes por teléfono al secretario de Defensa estadounidense Lloyd Austin que se iba a llevar a cabo una operación militar en Líbano, pero no dio detalles, informaron funcionarios estadounidenses el jueves. El mismo día de la llamada, en un ataque ampliamente atribuido a Israel, explotaron miles de bípers pertenecientes a milicianos de Hizbulá.
La llamada fue una de cuatro que sostuvieron esta semana Austin y el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, en un momento en que se han intensificado los ataques entre Israel y Hizbulá, lo que ha alimentado el temor de que puedan desembocar en una guerra regional más amplia.
Austin y Gallant hablaron de nuevo más tarde el martes. Hubo otra llamada el miércoles, y también hablaron el domingo, dijeron los funcionarios, que declararon a condición de guardar el anonimato para poder comentar sobre conversaciones privadas. Estados Unidos ha reconocido haber sido informado tras el ataque.
Los funcionarios dijeron que Washington no recibió aviso previo de la segunda oleada de ataques el miércoles, en la que el objetivo fueron las radios walkie-talkie. Al menos 37 personas murieron, entre ellas dos niños, y unas 3.000 resultaron heridas en los dos días de explosiones.
Los funcionarios subrayaron que Estados Unidos no desempeñó ningún papel en los atentados y se declararon sorprendidos por los detalles de las operaciones.
Los ataques contra dispositivos electrónicos de esta semana parecieron ser la culminación de una operación de meses llevada a cabo por Israel para atacar al mayor número posible de miembros de Hizbulá simultáneamente, pero también dañaron a civiles.
Sabrina Singh, portavoz del Pentágono, reconoció el jueves que las cuatro llamadas se llevaron a cabo, pero no facilitó una cronología de cuándo ocurrieron. Dijo que Estados Unidos no ha hecho ningún cambio en la posición de sus fuerzas en la región a consecuencia del reciente aumento de los ataques.
Durante una llamada telefónica el miércoles con Gallant, Austin habló sobre la evolución de la seguridad regional y reiteró el apoyo inquebrantable de Washington a Israel frente a las amenazas de Irán, Hizbulá y otros aliados iraníes en la región, indicó Singh.
Austin "hizo hincapié en el compromiso de Estados Unidos de disuadir a los adversarios regionales, disminuir las tensiones en toda la región, y reafirmó la prioridad de alcanzar un acuerdo de alto el fuego que permita el regreso a casa a los rehenes en poder de Hamas", añadió.