El Gobierno de Aragón sale en tromba a defender a Natalia Martínez de Pisón: «El MNAC descalifica a la experta porque fue ella la que convenció a la juez»

Érika Montañés

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«La estrategia ahora es el menosprecio a los técnicos aragoneses«. Lo ha dicho esta mañana en Teruel Pedro Olloqui, director general de Cultura, y también se ha pronunciado en la misma línea en los micrófonos de la radio autonómica la consejera del ramo, Tomasa Hernández. Lo cierto es que de todos los documentos, cronograma alternativo incluido, que ha aportado el museo catalán MNAC a la juez de Huesca para oponerse a la entrega de las piezas de Sijena, el cuestionamiento del equipo técnico con Natalia Martínez de Pisón a la cabeza ha sido lo que más ha dolido en el Ejecutivo aragonés. Sobre todo porque la crítica tan infundada y el asidero del museo catalán para dilatar el cumplimiento de la sentencia dictada por el Tribunal Supremo pone en entredicho la profesionalidad, el rigor y la experiencia de restauradores reconocidos por la comunidad científica internacional y con más de tres décadas en el ejercicio. Han ido al ataque personal, se considera en el Ejecutivo aragonés. El MNAC de Pepe Serra ha bajado al barro para tratar de demorar o entorpecer los plazos de entrega de las pinturas murales.

Por eso, hoy ha sido muy encendida la defensa a todos los niveles de Martínez de Pisón o de María José Arbués, restauradora del Museo de Huesca, entre otros especialistas del arte y el patrimonio encargados de estudiar todo el procedimiento de retorno de las pinturas hasta el cenobio ubicado en Villanueva de Sijena. Olloqui no ha dudado en recordar que Arbués tiene hasta un reconocimiento nacional que le entregaron los Reyes de España por su trabajo y una reputación «de primer nivel», fuera de toda duda. Ni ella ni Martínez de Pisón, capitana del equipo que fue en julio pasado a evaluar tres días las pinturas murales en el espacio museístico de Barcelona, son «una anécdota», como pretende infravalorar ahora el MNAC. Además, ha completado Olloqui en su intervención para informar del proyecto del Museo de la Guerra Civil Batalla de Teruel, es que su labor está «respaldada por los propios jueces. Decir que no están capacitados para trasladar las pinturas sin ponerlas en riesgo es una chanza«.

En esta línea ha abundado momentos antes en la radio regional la consejera Hernández. En el segundo documento que ha aportado ante la juez de Instrucción número 2 de Huesca el museo dirigido por Serra es un calendario diferente, que duplica los tiempos que había estimado el Ejecutivo autonómico hasta alcanzar las 76 semanas para hacer oficial el traslado. La consejera ha remarcado que dicho planteamiento «contiene una descalificación de la técnica que había hecho el cronograma que presentó el Gobierno de Aragón». Hernández ha defendido la profesionalidad de la conservadora y restauradora Martínez de Pisón: «Esta técnica es la que a ellos les ganó en la instancia, en la apelación y en la casación, porque fueron sus informes los que convencieron a la juez de que las pinturas regresaran a Sijena. Por lo cual, que se diga que nuestros técnicos son lo peor y los suyos los más solventes y prestigiosos no es verdad».

«El escrito es una oposición al cronograma actual. Mi más absoluto reproche hacia la actitud del MNAC, ellos que están queriendo dilatar la entrega«, ha señalado Hernández, en Aragón Radio. Por su parte, Olloqui ha dicho en relación al tiempo de más que »el conflicto no es de unos meses, sino de los jueces. El problema no es una cuestión de unas semanas más«, sino de la operación que ha orquestado el museo catalán para alargar los plazos de la entrega de las pinturas.

Imagen - El MNAC de Pepe Serra ha bajado al barro y ha acusado de falta de profesionalidad y rigor al equipo técnico aragonés

El MNAC de Pepe Serra ha bajado al barro y ha acusado de falta de profesionalidad y rigor al equipo técnico aragonés

Olloqui ha reiterado las tres líneas de trabajo que seguirá en el escenario actual el Gobierno de Aragón, con un apriorismo claro: «No dejar que nos despisten». La línea política de defensa desde el Parlamento aragonés y el Ejecutivo que lidera Jorge Azcón Navarro para reclamar lo que irreversiblemente ha ganado en los tribunales; en los propios tribunales de justicia, donde el equipo jurídico y letrado de Aragón seguirá con las acciones pertinentes (sigue vigente el cronograma de siete meses planteado por el Gobierno maño); y tercero, los estudios técnicos que se realizaron en julio con la toma de muestras en el MNAC arrojarán las conclusiones pertinentes para hacer más seguro el traslado de los frescos. Con todo, aunque el director general de Cultura no ha querido abundar en detalles ante las preguntas de los informadores y ha eludido con un «eso hoy no toca» dichos interrogantes, sí ha confirmado que el Ejecutivo de Azcón «tiene un plan preparado, los técnicos de la Dirección General de Patrimonio que cuentan con el trabajo y colaboración de los mejores expertos de la comunidad internacional, para hacerlo». Se refería, cómo no, al momento en que la Justicia dé el pistoletazo de salida definitivo de los frescos arrancados de Sijena de vuelta al monasterio oscense que las ha de albergar.

«Que el MNAC se centre en preparar el postSijena»

Por último, Olloqui ha repetido la idea que dio ayer en rueda de prensa: «La que llaman Capilla Sixtina del románico occidental en Europa no se entiende sin su totalidad. La ruptura de la unidad impide su comprensión. No debería nunca de haber salido de su lugar de origen. Tanto los elementos inmuebles, con una rehabilitación impecable liderada por Gloria Pérez, como los elementos de su patrimonio mobiliario, conforman esa unidad«. Aconsejan desde Aragón al Museo Nacional de arte de Cataluña que gaste sus energías y centre ahora su atención en diseñar un plan para cuando el centro se quede sin las pinturas de Sijena, para el postSijena.

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