El independentismo protesta a las puertas del MNAC contra el traslado de las pinturas de Sijena

Carlos Sala

Barcelona

La política empieza a querer capitalizar el destino de las pinturas murales de Sijena. El viernes pasado, el Gobierno de Aragón avisó al MNAC que el lunes sus expertos entrarían para examinar el estado de las polémicas obras que reclaman para la Sala Capitular del monasterio de Santa María de Sijena. El museo catalán aceptó sin problemas y afirmó que todo estaría listo para las once de la mañana, aprovechando que el lunes es el día que el MNAC cierra al público. La sorpresa llegó cuando un grupo de unas 25 personas, organizadas por la Asociación Nacional Catalana (ANC) organizaron una improvisada sentada en las puertas del museo.

Liderados por el cantante Lluís Llach, presidente de la ANC, y a gritos de «¡expolio judicial español!» e «¡Independencia!» los manifestantes querían impedir el acceso de los expertos de Aragón, pero su esfuerzo fue inútil. El personal enviado por el Gobierno de Aragón entraron sin problemas por otro acceso a la hora prevista y pudieron realizar sus comprobaciones con total libertad. Han pedido tres días para estudiar las diferentes obras en conflicto y desde el museo aseguran que se les ofrecerán todas las felicidades. Han empezado por las pinturas profanas, las más sencillas de trasladar, y mañana inspeccionarán la sala 16, donde están las pinturas murales, las más frágiles. La sala se cerrará al público y se abrirá un recorrido alternativo de las salas del románico para que los expertos puedan trabajar con tranquilidad.

Dentro los expertos y fuera el circo. Así podría resumirse una acción que parecía más estética que efectiva. Dos furgones policiales subieron hasta la entrada del museo y poco más o menos que una hora después del inicio de la acción performativa, los manifestante se fueron dispersando. «La ANC considera este traslado como un expolio del patrimonio catalán», afirmó Lluís Llach a las puertas del museo.

Entre los asistentes a la manifestación estuvieron Laura Borrás, ex presidenta del parlamento catalán y ex consejera de Cultura durante parte del proceso de litigio por las obras de Aragón; Jordi Domingo, presidente del Consejo de la Republica Catalana; y los diputados por Junts Francesc de Dalmases Agustí Colomines y Ennatu Domingo. También apoyaron la protesta la Asociación Catalana por la Independencia. «Resistimos a las puertas del MNAC!», publicaban en sus redes sociales a las diez de la mañana con carteles donde se podía leer «No al traslado, no al espolio, no sumisión» o «Sijena, patrimonio universal».

El independentismo parece querer movilizar a sus bases a través de este nuevo choque patrimonial. Aragón hablaba de expolio para hablar de lo que fue un rescate y ahora el independentismo también habla de expolio a lo que es una decisión judicial. Lo que está claro es que la política parece querer inmiscuirse en la hasta ahora polémica judicial y patrimonial. Por ejemplo, el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Azcón, acusó ayer a Salvador Illa, de mentir y de ir con dos caras. Illa, en visita oficial a Pekín, no dudó en responder y asegurar que lo que tendría que hacer Azcón es «dar las gracias a Cataluña y al MNAC por haber preservado las pinturas» y que «yo no miento, él tal vez sí».

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete