España pasa de los nervios al liderato en su debut
Las kazajas, como un témpano su juego, taimado, sorprendieron a la selección en los primeros minutos de partido. Movían la pelota con aparente baja velocidad para luego, en cuestión de décimas de segundo, armar el brazo desde la larga distancia (sus cuatro primeros lanzamientos acabaron en la red). En cambio, España se encasquillaba, no encontraba fluidez, esclavas las jugadoras del siempre difícil escenario que presenta el debut en un gran torneo.
Por los extremos llegó la revolución, excelente Maitane Echeverria a la hora de definir ante la portera Zhaparova, incluida una bella vaselina que dejó boquiabierto al público danés. «¡Vamos a espabilar ya!», arengaba el técnico Ambros Martín con su inconfundible acento canario, consigna que siguieron al dedillo sus pupilas, tan relajadas como mortíferas según avanzaba el encuentro. Espectacular fue la superioridad ejercida por la pívot catalana Kaba Gassama, que por abrasión multiplicaba las posibilidades de la victoria española. Al descanso, la selección mandaba por seis.
Con las dificultadas ya solventadas, el equipo comenzó a construir para el futuro. Se alambicó su juego, en busca de las posiciones interiores y de la potencia de Tchaptchet para no depender en exclusiva de las bandas, aunque Echeverría no dejó de fascinar desde el sector derecho. Plácido final y victoria para 'Las Guerreras'.