Ábalos dice que coincidió por casualidad con Koldo García en un restaurante de los 14.900 que hay en Madrid y que no hablaron "de nada importante"

La cena desvelada por EL MUNDO a la que, según los informes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, asistieron el pasado 10 de enero José Luis Ábalos y Koldo García fue un encuentro casual, según el ex ministro de Transportes. En una entrevista en el programa Todo es mentira, de Cuatro, el político valenciano ha afirmado que, a pesar de que hay 14.900 restaurantes en Madrid, coincidió con su ex asesor en un reservado de la marisquería La Chalana el mismo día y a idéntica hora sin haberlo acordado previamente y que no hablaron "de nada importante".

En el sumario de la operación Delorme, al que ha tenido acceso este periódico, la unidad de élite del Instituto Armado apunta que dicho encuentro obedecería a la reclamación de Baleares de 2,6 millones de euros de los de 3,7 millones que el Gobierno de Francina Armengol pagó en 2020 a la presunta trama de cobro de comisiones millonarias por la compra de material sanitario durante la pandemia a cambio de 1,4 millones de mascarillas que nunca utilizó por falta de calidad. García quería tratar el asunto con Ábalos después de haber mantenido contactos con Juan Carlos Cueto, el propietario de la empresa Soluciones de Gestión.

Durante la entrevista, entre tensa y distendida, el ex hombre fuerte del PSOE y del Gobierno de Pedro Sánchez también ha quietado importancia a la entrega de tres informes que le hizo Joseba García, hermano de Koldo, en su casa de Valencia en noviembre de 2023. Según ha dicho, la pidió el mismo a la Subsecretaría del Ministerio de Transportes como "defensa" contra la demanda de un particular que lo acusa, durante su gestión, de haberse "lucrado" con la compra de mascarillas, pero que no recuerda si la entrega se produjo como también ha revelado EL MUNDO, "o de otro modo".

Mensajes borrados

Entre las diversas insinuaciones lanzadas por el ex ministro en la entrevista televisiva está una que afecta al contenido de su teléfono: al ser preguntado por la fecha del último intercambio de mensajes con Koldo García, Ábalos ha salido por la tangente y ha dejado entrever que ha borrado sus conversaciones con su ex asesor.

"Lo he eliminado, pero no he vaciado nada. No es lo mismo", ha explicado el diputado integrado ahora en el Grupo Mixto para tratar de justificar su decisión de borrar mensajes telefónicos sin que ello suponga acabar con posibles pruebas que pueda solicitar un tribunal en el futuro. "Dejemos algo para la Justicia", ha dicho el ex secretario de Organización socialista para zanjar el asunto.

"No me he lucrado, vivo al día"

Ábalos ya alejó este miércoles, durante una entrevista en Onda Cero, su contacto con Koldo García, considerado uno de los cerebros de la trama, a pesar de haber sido su mano derecha durante varios años. De hecho, descartó haber hablado con él en los últimos días bajo el pretexto de que puede que García ni tan siquiera tuviera operativo su teléfono desde que fuera detenido hace ya más de una semana. Un alejamiento que en cualquier caso contrasta con las informaciones publicadas este jueves por EL MUNDO, que revelan cómo la Guardia Civil registró un encuentro entre ambos hace tan sólo un mes en un céntrico restaurante madrileño.

"Confío en los investigadores. No me he lucrado nada", ha remarcado Ábalos, que ha aseverado estar "peor" a nivel económico que antes de ocupar un cargo gubernamental. "Tengo menos que antes de ser ministro". "Vivo al día", ha dicho, como tantos otros españoles.

La semana parlamentaria ha terminado sin que Ábalos haya estrenado su nuevo escaño en el Congreso, sito en el Grupo Mixto. Pese a su nueva condición de independiente, el ex ministro ha descartado que vaya a votar en contra de las iniciativas planteadas por su antiguo partido y ha remarcado que mantendrá su disciplina de voto a pesar de ya no pertenecer a este grupo parlamentario.

"Me presenté con ese programa y 100% lo voy a defender. Y otras cosas que no estaban en el programa", ha aseverado, en clara alusión a la ley de amnistía que el Gobierno negocia con el independentismo catalán a cambio de su apoyo en la Cámara Baja.