Juicio a Eduardo Zaplana: El adjudicatario de las ITV valencianas admite haber pagado mordidas por el amaño del contrato

Los empresarios José y Vicente Cotino han admitido este martes haber pagado sobornos por la adjudicación de parte de las estaciones de ITV valencianas, que fue amañada. Así lo han manifestado ante el tribunal de la Audiencia de Valencia que juzga al expresidente de la Generalitat y exministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, por el llamado caso Erial. Los hermanos Cotino han reconocido que el concurso estuvo “predeterminado” para que una de las empresas del grupo empresarial familiar se llevara uno de los lotes y que, posteriormente, pagaron por ese acuerdo, es decir, pagaron un soborno.

El abono se realizó años después con los beneficios que los empresarios obtuvieron de la venta de las participaciones de las sociedades adjudicatarias. Y se realizó a nombre de dos personas, el testaferro confeso de Eduardo Zaplana, Joaquín Barceló, y el exjefe de gabinete del expresidente de la Generalitat, Juan Francisco García, tal como han explicado.

Según han relatado los empresarios, su tío Juan Cotino, ahora fallecido, ex director general de la Policía y dirigente del PP valenciano, fue quien les transmitió tanto el acuerdo como el modo de pago del mismo. Según han expresado, la adjudicación se produjo en 1997 y en 2001 Juan Cotino llevó a Luxemburgo 640.000 euros para la constitución de dos sociedades, que llegaron a mover cerca de 12 millones de euros, según la investigación, y que pasaron a manos del jefe de gabinete de Zaplana y de quien se confesó la semana pasada testaferro del entonces presidente de la Generalitat. Durante el interrogatorio, los Cotino han comentado que no conocieron a Barceló hasta que compartieron un vuelo con él a Luxemburgo y que no han tenido más contacto hasta la actualidad, a raíz del juicio. “Mi tío Juan Cotino me dijo que las empresas en Luxemburgo eran para el acuerdo por las ITV y le pregunté que eso para quién era y me dijo que de momento continuara yo al frente de la compañía durante un tiempo indeterminado”, ha descrito el empresario Vicente Cotino, quien ha reconocido que el pago a García y Barceló se produjo en 2005.

Por su parte, el exjefe de gabinete del presidente de la Generalitat ha relatado cómo se llevó a cabo el amaño. Juan Francisco García ha contado que fue Juan Cotino, en presencia de Eduardo Zaplana, quien le comentó el interés de su grupo empresarial familiar por el concurso de las ITV. “Se confeccionaron pliegos para que tuvieran los menores problemas y estuviera en situación de ventaja”, ha reconocido García que, además, ha hablado de la “voluntad” que existía para que los Cotino fueron adjudicatarios. “Cuando se resolvió la adjudicación, Cotino me transmite que vamos a tener participación del 30% de la adjudicataria”, ha dicho Juan Francisco Grau. “Estoy arrepentido de determinadas actuaciones y reconocer los hechos sirve para reparar”, ha manifestado. Sobre el hecho de que Joaquín Barceló fuera el destinatario titular de otra parte de los sobornos, Grau ha dudado de que fuera realmente el receptor: “Alguien le diría a Cotino que debía ser beneficiario”.

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