Este miércoles se debatió una moción del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso y este jueves, en la votación, el Gobierno en general y el PSOE en particular no han salido nada bien parados. El PP movió ficha tras el choque en el Consejo de Ministros por la decisión del Ministerio de Hacienda de que, ante la nueva subida del salario mínimo interprofesional (SMI), sus perceptores tributen por primera vez por el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), pago del que hasta ahora estaban exentos.
El cuarto punto de la moción del PP pedía textualmente que el Congreso de los Diputados instase al Gobierno a «elevar el mínimo exento del IRPF y modificar las retenciones para garantizar que, quienes cobran el SMI, actualmente de 16.576€ brutos, no tengan que tributar por este impuesto». Así ha sido por 211 votos favor (PP, Vox, Sumar, ERC, PNV, BNG, Coalición Canaria y Podemos), 121 en contra (solo los del PSOE) y trece abstenciones (Junts, Bildu y UPN). Esta votación, aunque es simbólica porque el Ejecutivo no tiene por qué obedecer a la Cámara Baja, permite vislumbrar a las claras lo que le puede suceder a Sánchez si se terminan tramitando las proposiciones de ley de PP, Sumar y Podemos para que los perceptores del salario mínimo no tengan que tributar por el IRPF.
La Mesa del Congreso admitió a trámite las tres proposiciones de ley el 18 de febrero, por lo que el Gobierno aún está a tiempo de interponer un veto a las iniciativas por afectar a la recaudación del Estado. Fuentes del Ejecutivo ya dijeron que lo iban a hacer, aunque todavía no llega, a pesar de que el PP y Sumar tienen capacidad de levantar su propuesta en el órgano rector de la actividad parlamentaria, donde juntos suman más asientos que los socialistas. Esa extraña alianza, de momento, ya se ha producido este jueves en este punto de la moción del PP.
Los populares, además, han conseguido sacar adelante sus tres primeras peticiones, aunque en esos casos con el rechazo a la vez tanto del PSOE como de Sumar, que solo se han dividido en lo tocante al salario mínimo. El Congreso, así las cosas, ha instado al Gobierno a recuperar la rebaja del impuesto sobre el valor añadido (IVA) a los alimentos al dos por ciento hasta el 31 de diciembre, a tomar medidas fiscales para rebajar la factura de la luz y neutralizar el impuesto sobre el valor de la producción eléctrica —esto último lo consiguieron colar en una ley vía enmienda PP y Junts, pero el Ejecutivo retiró el proyecto con tal de no renunciar a él—, y a hacer las modificaciones necesarias para ajustar a la inflación la tarifa del IRPF.
Los socios de coalición también se fracturan por la retribución del permiso parental de cuidados de ocho semanas por hijo
De todos los planteamientos del PP en su paquete de propuestas contra lo que denominan «infierno fiscal», el Congreso solo ha rechazado el quinto y último, que pedía actualizar las entregas a cuenta a las comunidades autónomas con un real decreto ley exclusivo en el que no se introdujesen otras cuestiones. En ese punto, la abstención de Vox, partido que rechaza el Estado autonómico, ha condenado al fracaso la petición de los populares.
El PSOE todavía ha recibido una última mala noticia en las votaciones porque ha salido adelante la moción de Podemos para la retribución del permiso parental de cuidados de ocho semanas por hijo hasta los ocho años de edad, y de dieciséis semanas en caso de familias monoparentales. Ahí, de nuevo, fractura del Gobierno de coalición. Han votado a favor PP, Sumar, ERC, Bildu, PNV, Podemos, BNG y UPN; en contra, PSOE, Vox y Coalición Canaria; y se ha abstenido Junts. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que se reúne este jueves en el Palacio de la Moncloa con representantes de los grupos parlamentarios —menos de Vox, al que excluyó— para abordar la posible subida del gasto en defensa, no ha participado en las votaciones.