El Gobierno retira la ley en la que el PP y Junts aprobaron la suspensión de un impuesto eléctrico

El Gobierno había propuesto en su momento el veto a esa enmienda, pero, como informó ABC en su día, la ausencia de un diputado socialista en la Mesa de la Comisión de Transición Ecológica, Juan Antonio Lorenzo —que fue sancionado posteriormente—, le dejó sin mayoría en ese órgano y no logró que saliese adelante su petición. El Ejecutivo puede plantear una negativa al debate de ciertas leyes y enmiendas, siempre que afecten al gasto o a la recaudación del Estado, pero la Mesa correspondiente debe avalarlo.

El PP y Junts, superado el filtro del veto, lograron sacar adelante la enmienda e incorporarla al texto del proyecto de ley, que desde entonces permanecía varado en la Comisión de Transición Ecológica sin que esta se convocase para discutir el resto de enmiendas y para aprobar el dictamen de la norma y elevarla al Pleno. Ahora, el Consejo de Ministros la retira para mantener ese impuesto a la producción eléctrica, lo que ha provocado ya la indignación de los populares.

El portavoz de Medioambiente del Grupo Popular en el Congreso, César Sánchez, ha hablado de un «deliberado intento de censura y de bloqueo» al normal funcionamiento del Parlamento. «Se pone de manifiesto que este Gobierno no tiene mayoría suficiente para gobernar, y su fragilidad está perjudicando a las familias, a las empresas y a la industria española», ha dicho el diputado popular. El PP ha trasladado también su rechazo a esta maniobra del Gobierno a las redes sociales, donde ha tachado el movimiento de «insólito y muy grave».

Pago selectivo

Hace un mes —en la Comisión de Transición Ecológica del Congreso de los Diputados—, la ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, ya amenazó con dejar sin efecto la aplicación de este tributo. Pero fue más allá. La titular de energía dio un nuevo giro y explicó que se debería «analizar y ver» la posibilidad de que este impuesto no se aplique a las compañías que producen electricidad mediante fuentes renovables.

Una de las grandes quejas de las compañías energéticas durante el periodo en que Teresa Ribera fue ministra tenía que ver con la neutralidad tecnológica. En concreto, siempre se ha visto un agravio del segmento renovable frente a todo lo demás. Una situación que se volvería a repetir.

En cuanto al impuesto de la generación —que ya estuvo suspendido durante la crisis energética vivida por la guerra de Ucrania—, diversas fuentes del ámbito energético señalan a ABC que, de entrada, tiene poco sentido que este gravamen siga en pie, puesto que se introdujo para generar una estabilidad dentro del sector que ahora, tiempo después, ya no es necesaria.

Y lo peor, añaden las fuentes consultadas, es que se volvería a crear una distinción entre tecnologías —unas tendrán que pagar impuestos y otras no, por hacer lo mismo—. Esta propuesta de la ministra para valorar qué hacer con el impuesto a la generación deja fuera, por completo, a los ciclos combinados de gas y a la energía nuclear, que deberían seguir pagando.