Con el inicio de la campaña de recogida de la aceituna en Castilla-La Mancha se ha puesto en marcha, un año más, la campaña de control y vigilancia por parte de la Guardia Civil y los cuerpos de seguridad. Precisamente en la provincia de Albacete, concretamente en la comarca de Alcaraz y La Manchuela, se ha establecido un dispositivo para proteger a los agricultores y a sus almazaras. Este operativo se ha visto reforzado de otras unidades externas como el Servicio Aéreo de la Benemérita de Murcia, con el apoyo de un helicóptero, y el Grupo de Caballería que tiene su sede en Valdemoro (Madrid».
No es extraño ver estos días por los campos de olivos a las patrullas del escuadrón de Caballería, desplazados para apoyar a los agentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Albacete, al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), a las patrullas de seguridad ciudadana e incluso a los agentes de tráfico, quienes se encargan de cerrar las carreteras o caminos, en caso de pedir su ayuda.
Adentrarse en el campo
Recorren todos los caminos rurales para prevenir los robos en el campo. «Son labores de prevención», en palabras del cabo primero, José Amado, responsable de Comunicación de la Comandancia de la Guardia Civil de Albacete. «No sólo vigilan, también se encargan de la identificación de personas y de vehículos, si ven algún indicio sospechoso», incide.
Un servicio -repite el cabo primero- que tiene la singularidad de utilizar un caballo. «Con el caballo pueden acceder y adentrarse a sitios que con vehículos no podríamos llegar y así podemos controlar mejor esas zonas», asegura para recordar que el equipo trabaja todos los días, en una jornada de ocho horas, acompañado del helicóptero de vigilancia.
Durante la campaña de recogida de este valioso fruto, el escuadrón ecuestre recorre los campos de la comarca de Alcaraz (donde hay más olivares) para garantizar que la recogida y su posterior traslado hasta las almazaras se hagan con las máximas garantías, evitando así los robos y hurtos que afectan considerablemente a la producción y a que las pérdidas sean mayores para los agricultores, que denuncian que las incidencias se incrementan, cada vez más, en esta época del año.
El cabo primero, José Amado, explica que hasta la comarca de Alcaraz y algunas zonas de la Manchuela se han desplazado cinco agentes, con sus respectivos caballos, para realizar una mejor vigilancia en aquellas zonas complicadas para vehículos de dos o cuatro ruedas, por lo que recuerda que los agricultores y trabajadores de la comarca se muestran muy satisfechos con la presencia del grupo de caballería, que permanecerá hasta que termine la campaña de recogida de este fruto.