Carlos III brilla en Ascot, donde Kate Middleton fue la gran ausente>

El Royal Ascot ciertamente está a la altura de su lema oficial: «Como en ningún otro lugar». Este evento, que ha sido un acontecimiento fundamental en el calendario social británico desde su fundación por la Reina Ana en 1711, sigue siendo una mezcla embriagadora de pompa, tradición, moda, distinción de clases y, por supuesto, caballos. A veces difícil de entender para los ojos extranjeros, el Royal Ascot se celebra cada junio en el hipódromo de Ascot en Berkshire, Inglaterra. Y aunque cada uno de los cinco días tiene sus momentos destacados, el de apertura es especial porque es cuando se dejan ver más miembros de la realeza.

El evento de este 2024 comenzó el pasado martes bajo un sol brillante y un sonriente Carlos III acompañado por la Reina Camila, inconfundible en un atuendo azul cobalto de Fiona Clare Couture. También estuvo presente la Princesa Ana, vestida con un abrigo rojo bordado, Zara Tindall, que optó por un vestido de Laura Green con mangas abullonadas en color limón y un sombrero dorado, y la Princesa Eugenia, en un atuendo verde menta de Diane von Furstenberg. Lady Gabriella Kingston, aún en duelo por la pérdida de su esposo Tom Kingston hace cuatro meses, llegó en un carruaje tirado por caballos junto a la Princesa Real y Peter Phillips.

Los carruajes, como siempre, fueron una de las atracciones principales. Cada uno lució sus mejores galas, desde los tradicionales trajes de los cocheros hasta los elegantes atuendos de los ocupantes, como la Reina Camila, que encabezó una procesión real acompañada por el Príncipe Guillermo y Peter Wood, el conde de Halifax, detrás de quienes estaban el Príncipe Eduardo, las Princesas Beatriz y Eugenia y su madre, Sarah Ferguson, duquesa de York.

Código de vestimenta

El Royal Ascot es famoso por su estricto código de vestimenta, donde los sombreros son los verdaderos protagonistas. Este año, la variedad y creatividad una vez más no decepcionaron, desde los elegantes y clásicos hasta los extravagantes y modernos, cada asistente se aseguró de que su elección destacara junto a otros elementos, como Penny Lancaster, esposa de Rod Stewart, quien hizo una entrada memorable llevando una sombrilla hecha de flores frescas. Elizabeth Hurley, en un vestido blanco de encaje y bordado floral valorado en 3900 libras y un sombrero que parecía una canasta de frutas, fue otra de las apariciones más comentadas.

Y es que el evento no sólo atrajo a la realeza británica, sino también a numerosas celebridades. Jerry Hall, expareja de Mick Jagger y Rupert Murdoch, hizo su entrada triunfal en un elegante traje azul marino junto al diseñador británico Rupert Lycett Green, con quien se le vio en unos de los recintos disfrutando junto a otros asistentes.

Peter Phillips y Harriet Sperling GTRES

El código de vestimenta es riguroso. Los hombres deben usar traje con chaleco y sombrero de copa negro o gris, y sólo se permiten zapatos negros. Las mujeres deben llevar sombrero y vestidos «de corte modesto», con los hombros cubiertos, que suelen verse en colores brillantes y estampados florales. El año pasado, por primera vez en la historia del Royal Ascot, y debido a las altas temperaturas, se le permitió a los hombres quitarse los abrigos y los sombreros.

La asistencia a Ascot es masiva y el consumo de alcohol también. Los números hablan por sí mismos: durante los cinco días del evento, 300.000 asistentes habrán consumido 56.000 botellas de champán, 44.000 botellas de vino y 80.000 tazas de té.

Emotiva reaparición

La reaparición del Rey Carlos fue, sin duda, el momento más emotivo de Ascot 2024. Su diagnóstico de cáncer y el posterior tratamiento lo habían mantenido alejado de la vida pública, y su regreso a los focos, primero con el Trooping the colour, el desfile de su cumpleaños, y ahora en Ascot, hizo que fuera recibido con aplausos y muestras de cariño por parte del público. El Rey se mostró contento y agradecido, disfrutando de la compañía de sus seres queridos y participando activamente en las actividades.

Sin embargo, una ausencia notable fue la de su nuera, la Princesa Kate, quien, tras su reciente reaparición en el Trooping the Colour, decidió priorizar su recuperación del cáncer que padece. Curiosamente, su aparición en el desfile el pasado sábado la hizo con un vestido inspirado en el que llevaba Audrey Hepburn en 'My Fair Lady', película de 1964 inspirada en Ascot. La sorpresa la dieron los padres de Kate, Carole y Michael Middleton, quienes hicieron su primera aparición pública desde el anuncio del diagnóstico de cáncer de su hija en marzo.