El aumento de la violencia juvenil en Francia corre parejo al mayor apoyo electoral a la extrema derecha>

La semana pasada, otro adolescente fue asesinado a palos en Viry-Châtillon (Essonne, Isla de Francia), en la periferia de París. Un día antes, una menor musulmana fue apaleada, a la salida del instituto Arthur Rimbaud de Montpellier (Herault) hasta quedar en coma, apaleada por tres condiscípulos que le reprochaban no vestir ropas musulmanas.

Una menor musulmana, en coma tras recibir una paliza de tres estudiantes por «vestir de europea»

J. P. Quiñonero | Corresponsal en París

Durante el primer trimestre de este año, la violencia de muy jóvenes, adolescentes y jóvenes ha crecido de manera inquietante. En algunas grandes ciudades, como Marsella, la ciudad más violenta del Mediterráneo occidental, ha aparecido la figura del «gánster adolescente», incluso «glorificada» a través de una indumentaria propia.

Según las estadísticas oficiales del Ministerio del Interior, inseguridad y delincuencia crecieron de manera significativa del 2023: un 5 % más de homicidios, un 8 % más de violencias sexuales, un 15 % más de violencias «voluntarias», un 17 % más de tráficos de estupefacientes. En ese marco nacional, la violencia juvenil o muy juvenil crece de manera importante. Más de un 25 % de los estudiantes de Bachillerato dicen haber sido víctimas de violencia. Un 19 % de las mujeres de 14 a 29 años se dicen víctimas de la inseguridad en sus barrios.

Según un sondeo publicado por el matutino conservador 'Le Figaro', un 90% de los franceses estiman que las medidas del Gobierno contra la inseguridad y la ultra violencia son «insuficientes». Coincidencia o «tendencia», todos los sondeos anuncian un incremento importante del voto favorable a la extrema derecha.

Según los últimos sondeos, estas son las intenciones de voto para las elecciones europeas del mes de junio que viene: extrema derecha, 32%; macronismo, 18,5%; socialismo, 12%; derecha, 8%; extrema izquierda, 7,5%; ecologistas, 5,5 %; PCF, 3 %. Según esa tendencia, todas las izquierdas, juntas, tienen menos intención de voto que la extrema derecha, la fuerza política más implantada entre obreros y clases populares.