El Tesoro paga el 3,7% por las letras a tres meses, el tipo más alto desde noviembre de 2011
El Tesoro continúa ejecutando su programa de financiación con paso firme. Una semana después de haber colocado 5.035 millones en letras a seis y 12 meses a los tipos más altos por primera vez en tres meses, hoy el organismo dependiente del ministerio de Economía ha vendido 2.036,29 millones en deuda a tres y nueve meses. El importe se sitúa en el rango medio previsto de los 1.500-2.500 millones que se habían marcado como objetivo.
El grueso de la colocación, unos 1.595,4 millones, ha correspondido a las letras a nueve meses con un tipo marginal del 3,504%, superior al 3,492% de la colocación de enero y el precio más alto desde el pasado diciembre. Los 440,88 millones restantes se adjudicaron en letras a tres meses. El incremento el precio para esta referencia fue mucho más alto. El tipo marginal quedó fijado en el 3,74% por encima del 3,538% de enero y el tipo más alto desde noviembre de 2011. La demanda conjunta para ambas referencias ha alcanzado los 6.083,88 millones. Es decir ha triplicado la oferta, una señal de la confianza que los inversores tienen en la economía española y sigue la tendencia de las subastas efectuadas en el inicio de año. En los dos primeros meses del presente ejercicio los tesoros nacionales han aprovechado la liquidez y el interés de los inversores por asegurarse unas rentabilidades atractivas para acelerar sus objetivos de financiación.
Aunque el apetito de los inversores por la deuda es generalizado, en las letras destaca el protagonismo de los particulares. Las reticencias de los bancos a mejorar la rentabilidad del pasivo han hecho de la deuda a muy corto plazo el activo estrella entres los inversores más conservadores. Las peticiones no competitivas para la deuda a tres meses ha alcanzado los 235,27 millones, superior a los 227,51 millones registrados en la puja de enero. Para la referencia a nueve meses la demanda de los particulares alcanzó los 1.013,6 millones, por encima de los 356,16 millones de enero y por encima incluso de los 589,6 millones registrados en marzo del año pasado, el momento de mayor apogeo por las letras.
Las expectativa de rebajas de tipos inminentes se empiezan a diluir. Después de que la presidenta del BCE, Christine Lagarde, y su homólogo en EE UU, Jerome Powell, rebajaran la euforia y señalaran que marzo era pronto, los inversores han empezado a reajustar sus apuestas. Descartada la cita del próximo mes, el mercado empieza a ver junio como el momento más apropiado. Con independencia del momento en el que los bancos centrales levanten el pie del acelerador el hecho que nadie duda es que las tasas han tocado techo. Es decir, el siguiente paso es la rebaja del precio del dinero, un descenso que esta vez obedecerá a que la inflación empieza a moderarse y no a una recesión como ha sucedido en años anteriores. Después del esfuerzo del último año y medio, un periodo en el que los tipos en la zona euro han aumento 450 puntos básicos, el BCE quiere asegurarse de que la inflación continúa la senda descendente hasta lograr el ansiado objetivo del 2%.
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