El "cambio de etapa" de Illa: sin presupuestos en Cataluña y ante la "nueva ERC" de Junqueras
El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, acaba el año sin presupuestos catalanes y a la espera del precio que imponga la «nueva ERC» de Oriol Junqueras. El socialista, habitualmente comedido en sus comparecencias, habló de haber culminado un «cambio de etapa» en Cataluña en la rueda de prensa de balance de esta semana y se jactó de haber pasado página del procés y su «sufrimiento». Sin embargo, lo cierto es que Illa cierra el año sin poder armar una mayoría sólida pese a a las múltiples cesiones al independentismo, entre ellas el cupo catalán que exigen los republicanos para la segunda mitad del año.
El Govern del PSC ha tenido que prorrogar las cuentas de este 2024, -todavía las de Pere Aragonès- para 2025 ante las primarias de ERC, las reticencias de los comunes en materia de vivienda y el «no» del resto de partidos en el Parlament.
Una vez celebrado el congreso republicano y con Junqueras de nuevo en primera línea, Illa quiere reunirse con el presidente de ERC y así se lo ha hecho saber ya por teléfono. La intención del Ejecutivo socialista es empezar los encuentros en enero con el objetivo de tomar el pulso al partido republicano y conocer sus exigencias pese a los mensajes públicos de que no hay ninguna «urgencia». Sin embargo, Junqueras no lo pondrá fácil ni tiene intención de hablar ya de los nuevos presupuestos catalanes, que supedita a materializar lo pactado hasta ahora.«No puede haber negociaciones y nuevos acuerdos hasta que no se cumplan los que ya existen», repiten en la dirección republicana, sabedores de que sus votos son claves.
La relación es tensa y Esquerra aprovecha cualquier mensaje para elevar el precio a Illa:«Ya se nota que no hay urgencia porque de momento no hemos visto cumplimientos por su parte. «Debemos ser mucho más exigentes», avisó la secretaria general y portavoz, Elisenda Alamany, tras la primera reunión de la nueva cúpula de Junqueras. «(Illa) tiene un Govern débil y en minoría. A nosotros nos toca estar en la oposición fiscalizando, condicionando y exigiendo, ahora aún con más fuerza», reiteró sobre esta «nueva etapa» también en el bando del independentismo. ERC ya advierte que «ha vuelto» y «se hará respetar» ante el PSOE de Sánchez y también ante el PSC de Illa, incidió.
Entre sus demandas destaca la financiación singular catalana, que Illa llevará a la negociación bilateral con el Gobierno para escenificar en público el apoyo de Sánchez al pacto «entre instituciones »con la vista puesta en ERC. También cerrar el traspaso de Cercanías o la quita de una parte de la deuda para Cataluña. Por ello, Junqueras ha situado en un lugar preferencial a la ex consellera Ester Capella, persona de su confianza y encargada de fiscalizar los pactos con los socialistas y negociar su apoyo a partir de ahora.
En este sentido, la vuelta de Puigdemont y Junqueras a la primera línea política, la pugna entre ellos y el hecho de que Junts no se abra a pactar con Illa en Cataluña obligan a ERC a elevar el precio de sus votos.
Mientras, el partido neoconvergente tensa la cuerda en el Parlament entre acusaciones «sucursalismo» por la «mala gestión» de Illa. «El hecho más evidente de que no hay normalidad ni estabilidad es que nos encontramos ante unos gobiernos sin presupuestos. No tienen presupuestos en el Ayuntamiento de Barcelona, no hay presupuestos en Cataluña y no hay presupuestos en Madrid», resumió el líder en la cámara, Albert Batet, antes de anunciar que Junts presentará un «plan legislativo alternativo» al de Illa en las próximas semanas.