Los turistas asesinados en Afganistán viajaban con seguro: Exteriores dará apoyo consular pero no pagará las repatriaciones

En las recomendaciones de viaje a Afganistán que emite el Ministerio de Asuntos Exteriores español lo dejan claro: «Se recomienda no viajar bajo ninguna circunstancia a Afganistán», escriben, en negrita y mayúsculas, al comenzar la nota de viaje. El peligro es tal desde que los talibanes accedieron al poder en 2021 que ni el embajador vive en el país. Así, la misión diplomática liderada por Ricardo Losa Giménez sigue los acontecimientos del país desde Doha. Sin embargo, este sábado se vieron obligados a trasladarse hasta Kabul para cumplir con el protocolo establecido cuando un atentado involucra a víctimas nacionales.

Un grupo de 13 turistas, entre los que había seis españoles, fueron víctimas de un ataque terrorista el pasado viernes en Bamiyán. Los hechos sucedieron en un concurrido mercado, cuando una persona no identificada abrió fuego contra la furgoneta en la que viajaban. Murieron la farmacéutica Susana Vilar, su hija Elena Schröder y Ramón Bellmas, químico. Una cuarta mujer se encuentra ingresada en un hospital de Kabul, con heridas de bala de las que ya ha sido operada.

Elena Schröder Vilar, una de las víctimas españolas..
Elena Schröder Vilar, una de las víctimas españolas..

El atentado lo hizo público el portavoz del Ministerio del Interior del Gobierno talibán. En ese momento se activó la delegación de la Unión Europea, únicos funcionarios comunitarios que permanecen en Kabul. Fueron ellos quienes contactaron con el Gobierno español para poner en marcha la Red de Asistencia consular y activar la unidad de emergencia. Por proximidad, se movilizó a los diplomáticos destacados en Islamabad, capital de Pakistán,que es frontera con Afganistán. También a los de Doha, donde se encuentra el embajador de España para Afganistán.

El aeropuerto internacional de Kabul está abierto, aunque no recibe vuelos europeos sino vuelos comerciales de países de Oriente Medio. Así, este sábado recibió 17 vuelos de países cercanos. En alguno de ellos se encontraba la delegación española, que llegó a Kabul para hacer todos los trámites necesarios para poder repatriar los cadáveres a España lo antes posible.

EL MUNDO ha confirmado que todos los españoles habían contratado un seguro de viaje, por lo que facilita mucho los trámites y ahorra costes a las familias. Porque el Gobierno español «no se hace cargo en ningún caso, de los gastos del traslado del difunto a España o a otro país», ya que «las recomendaciones de viaje publicadas por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación aconsejan siempre la contratación de un seguro de viaje que incluya los gastos de repatriación en caso de accidente grave o fallecimiento», explica la página web del Ministerio. Lo que sí se presta en estos casos es asistencia consular.

Los diplomáticos trabajan ahora mismo con tres vías distintas. Por un lado, quieren evacuar a los dos españoles supervivientes y que lleguen a territorio europeo cuanto antes. Para ello, será su seguro quien tenga que buscarles vuelos primero a otro país y de ahí, a Europa. La segunda vía es constatar cómo se encuentra la española herida. La mujer recibió balazos y fue trasladada a Kabul para ser operada. Está crítica pero estable y se buscará el modo de abandonar Afganistán cuanto antes.

Para saber más

La tercera vía de trabajo es la repatriación de cadáveres. Una vez reconocidos los cuerpos, paso que ya se ha llevado a cabo, es necesario contratar los servicios de una agencia funeraria que opere en el país. «La Oficina Consular puede facilitar información sobre agencias funerarias, pero no podrá recomendar una agencia concreta ni asumirá ninguna responsabilidad por el resultado de sus servicios. Si los familiares no residen en el país, la Oficina Consular podrá ayudarles a establecer contacto con la agencia de su elección, la cual informará a los familiares sobre las posibilidades y el coste de inhumación local, incineración o traslado del cuerpo o las cenizas a España», explica el Ministerio.

Los últimos civiles cuyo cadáver hubo que repatriar fueron Iván Illarramendi, asesinado por Hamas durante su asalto a Israel el pasado 7 de octubre, y Emma Igual, víctima de una mina anticarro en Ucrania. También se repatrió al cabo Palacios, muerto en abril en unas maniobras en Polonia, pero se encargó Defensa.