Los aeropuertos regionales castigados por Ryanair pierden 240.000 pasajeros en cuatro meses
El de la capital compostelana es el caso más sangrante porque para Lavacolla Ryanair anunció la supresión más drástica, a lo que se suma el robo de cuota del tren al avión en los viajes a Madrid (donde también ha reducido vuelos la irlandesa) por el crecimiento de oferta de Renfe en el AVE hasta el punto de que el trayecto aéreo entre Santiago y Barcelona está dando un 'sorpasso' al liderazgo histórico de la ruta a Barajas entre enero y julio, según los datos disponibles en el portal de estadísticas de Aena.
Ese efecto del tren y del recorte de Ryanair también se hace notar en Vigo que si bien sube un 19% interanual en número de pasajeros entre abril y julio ( 379.578) se justifica por el hecho de que el año pasado el aeropuerto de Peinador estuvo cerrado por obras durante el mes de mayo. Pero la realidad es que en abril, junio y julio, el transito de pasajeros en la infraestructura ha caído un 5,8%, un 6,8 y un 6,5% respectivamente.
Entre los que más sufren el tijeretazo también están los aeropuertos donde el gigante de la aviación 'low cost' anunció directamente el cese de operaciones: Valladolid y Jerez. En el caso del primero las consecuencias han sido devastadoras. Entre abril y julio pasaron por allí solo 23.933 pasajeros por los 75.173 del mismo periodo del año anterior, una caída del 68,2%. Mientras que en la infraestructura gaditana, los viajeros han descendido un 8,4% hasta los 363.791 a pesar de situarse en una zona de gran afluencia turística.
El último de los aeropuertos donde cae el tráfico en lo que va de verano es Santander, la segunda donde menos quitó plazas Ryanair, que ha descendido un 0,5% en pasajeros hasta los 419.730.
De manera disgregada, Ryanair anunció en enero recortes de plazas en Santiago de Compostela (-370.000 plazas y un 28% menos de tráfico, además de la retirada de un avión), Vigo (-40.000 y 61% de tráfico), Zaragoza (-60.000 y un 20% menos de operaciones), Asturias, (-15.000 y un 11% de reducción de tráfico) y Santander (-25.000 y un 5% de recorte de vuelos) debido a su discordancia por el rechazo de Aena y del ministro de Transportes, Óscar Puente, a la propuesta que el CEO de Ryanair, Michael O'Leary les trasladó (en el marco de un encuentro con el presidente del Gobierno Pedro Sánchez en enero de 2024 ) para incentivar el tráfico en los aeropuertos regionales.
El plan de Aena
Aena ha venido descartando el plan de Ryanair desde el principio justificando ante la aerolínea que no puede ejecutar ese acomodo por ley, mientras tampoco se mueve de su programa de incentivos, que puso a disposición de las aerolíneas el año pasado y estará activo hasta 2026. Dicho plan se centra en los aeropuertos de menos de tres millones de pasajeros anuales que todavía no se han recuperado de la pandemia, y ofrece a las aerolíneas la posibilidad de no pagar tasas por todos los viajeros adicionales que consigan atraer respecto a la temporada equivalente del año anterior. Un plus al que se suman descuentos del 100% en las tarifas correspondientes a seguridad aeroportuaria y pasajeros de movilidad reducida, en los mismos términos de ganancia de viajeros.
Pero la idea de Ryanair es bien distinta a la propuesta. Al menos, según desvelo el ministro Puente el pasado mes de febrero en el Congreso de los Diputados, donde aseguró que el plan de la aerolínea irlandesa pasa desde revertir las subidas tarifarias que Aena ejecutó en 2024 hasta rebajas masivas en las tarifas de los aeropuertos regionales desde el 50% por mantener tráfico respecto al año anterior y hasta el 100% en caso de incrementarlo durante los ejercicios 2025 y 2026, con efectos extendidos por siete años.
Guerra sin cuartel
Antes de esas declaraciones -el ministro Óscar Puente también llegó a decir que «el 'modus operandi' de Ryanair encaja en la modalidad de chantaje»-, Ryanair y Aena se vieron inmersos en una guerra sin cuartel tras el anuncio del tijeretazo de la aerolínea irlandesa. La compañía acusó al gestor aeroportuario de abandonar las infraestructuras regionales con su política de tasas y este le recordó que había aumentado el tráfico en los grandes aeropuertos españoles a pesar de que esto le suponía pagar un peaje más elevado. La empresa semipública presidida por Maurici Lucena además se refirió al anuncio de eliminación de plazas como una práctica habitual que ya hace en otros países (recientemente hizo un anuncio similar en Francia).
Tras el choque, Aena se puso manos a la obra para tratar de cubrir el agujero generado por Ryanair en los siete aeropuertos anteriormente mencionados, acercándose a otras compañías de bajo coste como Vueling o Volotea, pero sin demasiado éxito. Aunque, al menos, a la primera, ha conseguido atraerla a Villanubla, la más perjudicada de todas, y la semana pasada la compañía anunció la recuperación de la ruta Valladolid-Barcelona, la conexión más importante que tenía, con más de 70.000 pasajeros transportados el año pasado, y que abandonó la irlandesa con su salida.
Con todo, y a pesar del recorte efectuado este verano, el número de asientos ofertados por Ryanair para la temporada estival en España ha crecido en 1,5 millones (+3%) por el incremento de oferta en los aeropuertos de mayor tamaño como Madrid, Barcelona, Alicante y Málaga.
Panorama complicado
Pero mientras las infraestructuras turísticas y grandes 'hubs' se ven beneficiados por el 'boom' del viaje, el panorama se antoja complicado para los más modestos, teniendo en cuenta los problemas de crecimiento que están sufriendo muchas de las compañías de bajo coste por la falta de aviones, algo que les imposibilita asumir nuevas rutas con facilidad. Aún así, Aena asegura en sus cuentas del primer semestre del año que la afluencia en los aeropuertos con un tráfico menor a los tres millones de viajeros (La Coruña, Almería, Asturias, Granada-Jaén, Gerona-Costa Brava, Jerez de la Frontera, Reus, Santander, Vigo y Zaragoza) se ha incrementado un 4,8% hasta los 5,7 millones, aunque hay que tener en cuenta que no fue hasta abril cuando la compañía irlandesa implantó la supresión de plazas.
En la batalla de Ryanair por reducir las tasas en los aeropuertos menores a la mínima expresión posible, la compañía aérea propone poner fin al «monopolio» de Aena y traspasar la gestión de los aeropuertos menos rentables a las comunidades autónomas. Una fórmula que es su favorita en otros mercados como el italiano, que es donde transporta más viajeros, donde se gestionan en régimen público-privado, lo que les permite negociar directamente las tasas aeropuerto a aeorpuerto.
Por lo pronto, en los próximos días Ryanair anunciará un nuevo recorte de casi un millón de asientos en los aeropuertos regionales de Aena tras la nueva subida de tasas del 6,5% aprobada por el gestor aeroportuario. «Implementaremos importantes recortes en los aeropuertos regionales españoles este invierno, que probablemente anunciaremos a finales de agosto o principios de septiembre», aseguró el CEO de Ryanair, Eddie Wilson, en una reciene entrevista con ABC.
La aerolínea de bajo coste sigue defendiendo que los aeropuertos regionales españoles no son competitivos con la actual política de tarifas de Aena y que debido a ello están a un 70% vacíos. «Su estructura de precios no funciona: si fueran un hotel o una fábrica, los cerrarían (...), pero Aena no quiere saber nada porque se están concentrando en Madrid, Barcelona, Baleares y Canarias», señaló Wilson en la misma conversación con este periódico.