El Gobierno lleva el último caos de Rodalies al juzgado entre críticas por falta de seguridad en Cataluña
El último caos de Rodalies acabará en los tribunales. El Ministerio de Transportes denunciará mañana el robo de 40 metros de cable en la estación de Montcada-Bifurcació que acabó paralizando el conjunto del servicio de corta y media distancia de Barcelona el domingo, en plena jornada electoral, para que se busque a sus responsables. Así lo ha informado su titular, Óscar Puente, en una comparecencia en la que ha aprovechado para denunciar la falta de seguridad en Cataluña, que concentra el 52% de las incidencias contra la seguridad ajenas a Renfe y Adif en infraestructuras ferroviarias convencionales de toda España. “Si los Mossos no tienen responsabilidad, Adif y Renfe menos”, ha dicho en clara alusión a los Mossos d’Esquadra Puente, que ha dejado en el aire que el corte de cable pueda tener otros motivos que no sean económicos por la venta del cobre: “No afirmo que haya sabotaje, pero no lo puedo descartar”.
Pese a no llegar a conclusiones, Puente ha señalado como sospechoso que se accediera a una zona de difícil acceso para robar solo 40 metros de cable y un trozo de la toma de tierra que, de haberse mantenido intacta, hubiera evitado el efecto del destrozo. Asimismo, ha señalado que el cable cortado se dejó sobre una placa metálica que permitió que la sobretensión se trasladara al sistema de señalización y se extendiera. “Es difícil sostener que sea otro robo de cable”, ha afirmado el ministro, quien ha afirmado: “Renfe y Adif son las víctimas [...] de gente incívica o algo peor”. Puente ha sido muy crítico con las acusaciones que hizo el Govern acerca de la incidencia del domingo en plena jornada electoral.
“Estos hechos deben ser investigados para saber quién ha causado esto”, ha sentenciado sobre su decisión de acudir a los tribunales. El servicio no está todavía recuperado y, si bien este martes se prevé alguna mejora, no se solventará completamente el destrozo hasta dentro de dos meses. Transportes considera que a raíz de la afectación 1,2 millones de viajes se verán afectados hasta la reparación definitiva y el coste para las dos empresas públicas afectadas por la interrupción del servicio alcanzarán los 25 millones de euros.
El enésimo robo de cable eléctrico cerca de la estación ferroviaria de Montcada-Bifurcació llevó al caos a la red de Rodalies de Barcelona este domingo. La sobretensión que provocó el corte de cable acabó quemando la subestación eléctrica que utiliza Adif para alimentar el servicio, que quedó totalmente inutilizada, pero los problemas también se trasladaron a subestaciones similares de El Clot y Sagrera. El humo inundó e inutilizó los dos túneles que utilizan los trenes de corta y media distancia para cruzar el subsuelo barcelonés y que conectan la estación de Sants (el nudo gordiano de la circulación de trenes en Barcelona) con el flanco norte a través de las estaciones de Passeig de Gràcia y Catalunya.
Montcada-Bifurcació no es una estación cualquiera. Es una especie de autopista ferroviaria donde acaban enlazando las líneas R3 y R4 antes de adentrarse en Barcelona, por lo que es también una confluencia de instalaciones de señalización, cableado y cambios de agujas para derivar trenes que acabaron afectados. Junto a la estación de L’Hospitalet es un punto estratégico para la infraestructura. Es por ello que el aumento de tensión y el incendio de la subestación generó un mal mayor. La circulación de trenes, de no ser por el humo dentro de los túneles, estaba condicionado a avisos telefónicos con los maquinistas de Renfe, lo que limita también su frecuencia.
El trabajo de los operarios ha permitido recuperar el servicio dentro de los túneles, lo que permitirá normalizar las líneas R1 y R2 (las que circulan por la costa norte y sur de Barcelona), pero no así la R3 y la R4, que se adentran al interior de Cataluña. La complejidad de recuperar la infraestructura previa al incendio llevará hasta ocho semanas, según ha explicado esta tarde el ministro de Transportes, Óscar Puente, en una rueda de prensa en Madrid. En una avería similar en la estación de Gavà hace un año, en este caso por la caída de la catenaria, se informó de que la reparación y la afectación en el servicio se iba a prolongar durante dos meses y acabó siendo de unas tres semanas.
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