El Ayuntamiento de Madrid aprueba el plan urbanístico para que la academia Brewster solicite licencia
El colegio privado se precintará el 11 de diciembre y deberá pedir el pertinente permiso municipal para retomar las clases
«Estimados usuarios. Tenemos buenas noticias. Os trasladamos que nos ha llegado la comunicación del juzgado mediante la cual se paraliza el cierre de las instalaciones y su uso, tal y como habíamos solicitado. Por consiguiente, el Centro Deportivo Newman sigue abierto y disponible para utilización con total normalidad. Las reservas de clases y cursillos de natación funcionan exactamente igual que hasta la fecha», ha trasladado a sus clientes el Centro Deportivo Newman.
El delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, había confirmado el cierre de la instalación en el último Pleno de Cibeles, celebrado el pasado martes. El Ayuntamiento de Madrid había dictado el 25 de enero de este año una orden de cese y clausura del centro deportivo asociado al colegio, levantado sobre suelo municipal, además de una propuesta de sanción de 60.000 euros. Meses más tarde, el 13 de abril, se dictó una orden de precinto, pero los jueces admitieron en aquella ocasión también las medidas cautelares solicitadas pro los responsables de la instalación.
Dos años antes, en 2021, el Ejecutivo municipal madrileño concedió a la Fundación Internacional para la Educación (FIE) la licencia para realizar unas obras de ampliación para un edificio con instalaciones deportivas vinculadas al colegio. No obstante, el gimnasio no contaba con permiso para tener una actividad como negocio privado.
El Ejecutivo municipal, entonces formado por PP y Cs, ya recordaba en el verano de 2022 que la utilización de la parcela municipal objeto del derecho de superficie para cualquier uso diferente al previsto supondría un incumplimiento de las obligaciones establecidas y conllevaría el ejercicio de responsabilidades.
En enero de ese 2022 se inauguraba el centro deportivo sobre suelo cedido para la construcción del colegio pero el centro educativo «usa el suelo público municipal para montar un negocio privado y lucrarse», alertó Más Madrid, que ironizaba con actividades como sauna o las de un entrenador personal, «propias de deportes de equipo y para niños y adolescentes», además de «horarios compatibles con la actividad escolar, de 7 a 22 horas».