El BCE separa su camino de la Fed tras la llegada de Trump y baja de nuevo los tipos en 0,25 puntos

El recorte que ha decidido el BCE en su reunión de este enero ha sido de 0,25 puntos porcentuales. El tipo de la facilidad de depósito, que es el que se usa ahora como referencia, queda en el 2,75%; el de las operaciones principales de financiación, en el 2,9%; y el de la facilidad marginal de crédito en el 3,15%. Es la cuarta bajada de tipos consecutiva que hace la organización dirigida por Christine Lagarde.

En Europa, con una fuerte incertidumbre sobre el crecimiento económico, con Alemania y Francia como focos de preocupación, el BCE ha optado por seguir bajando tipos. Y a ello ayuda que la inflación en la zona de la moneda única está más controlada que antaño. En Estados Unidos, en cambio, el panorama es distinto.

La vuelta de Trump a la Casa Blanca con su agenda arancelaria, las decisiones en inmigración, la desregulación y una política fiscal más expansiva suponen riesgos para la inflación americana. Algo que no ha pasado desapercibido en la Reserva Federal, que ha optado por detener las bajadas de tipos. Un parón que se produce pese a las presiones que ejerce el propio Trump para que sigan recortando el precio del dinero.

Aunque el BCE ha acabado bajando los tipos, como pide Trump en todo el mundo, lo cierto es que las presiones del mandatario no han sentado nada bien en Fráncfort. Lagarde, de hecho, le contestó públicamente para advertir de que ese tipo de intromisiones suponen riesgos para la economía.