La líder del PSOE en Córdoba sortea la rebelión de alcaldes y portavoces con su integración en la lista al congreso federal

Un importante número de alcaldes y portavoces del PSOE en la provincia instaron, en una nota, la pasada semana a Crespín a que la lista de delegados para el próximo cónclave «sea una candidatura de consenso con la incorporación a la misma de los regidores municipales».

La secretaria provincial de los socialistas informó este martes de que ha formalizado la precandidatura de la delegación socialista provincial que ella encabeza y que aportará 22 delegados y 3 suplentes al congreso federal. De su composición no ofreció ningún dato pero, según pudo confirmar ABC de fuentes socialistas, ha aceptado el envite planteado por los críticos y los ha integrado en la lista.

Crespín y este grupo de alcaldes 'rebeldes' tuvieron un primer intento de negociación el jueves pasado, pero la oferta de la secretaria provincial no les convenció: seis de los veintidós puestos.

Quejas por la irrelevancia del PSOE

Ahora, según las mismas fuentes, la cuota se eleva a entorno 15 de esos puestos, de ahí que, de momento, la dirigente de La Carlota ha salvado un primer escollo, aunque todo apunta a que podría tener que salvar más con un partido que se va desgastando, alejado de las tradicionales posiciones de poder que ostentó en Andalucía y que ha ido perdiendo a manos del PP.

No en vano, los críticos se han quejado estos días de que Espadas «nos ha conducido a la irrelevancia absoluta, con la pérdida de la mayor parte del poder institucional, gestión que ha contado con el apoyo de la secretaria general del PSOE cordobés».

Los socialistas gobiernan en la provincia en La Carlota, Montilla, Montoro, Peñarroya, Baena o Villanueva de Córdoba. Pero han perdido el bastón de mando en feudos tradicionales como Palma del Río, Puente Genil, Lucena, Encinas Reales, Rute o la propia Diputación, entre otros casos.