Sánchez sube el gasto en defensa sin socios, Cortes ni presupuestos
Pretende llegar al 2 por ciento este año moviendo partidas presupuestarias y tirando de los fondos Next Generation
Pedro Sánchez podrá acudir a ella asegurando haber hecho los deberes, con la hoja de ruta presentada este martes en el Palacio de la Moncloa para alcanzar el 2 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) en inversión militar. Sin embargo, expertos y militares comparten muchas dudas sobre ese plan, su financiación y el destino de los 10.471 millones de euros que contempla.
Las primeras en levantar la voz de alerta han sido las asociaciones profesionales de las Fuerzas Armadas, que ven poco margen de mejora en las condiciones laborales y profesionales de los uniformados. El Gobierno ha subido este año el sueldo a todos los miembros de las Fuerzas Armadas en 200 euros mensuales y no contempla seguir aumentándolo, dejando sus retribuciones muy por debajo de lo que reclaman sus representantes.
«Es preciso poner a las personas en el centro de la seguridad y la defensa; y su gestión ha de estar a la misma altura que el armamento y el material», reivindica en conversación con ABC Iñaki Unibaso, presidente de la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME). Unibaso denuncia que los sueldos en los Ejércitos y la Armada son los más bajos de las fuerzas de seguridad, pese a ser los que «mayor carga de trabajo tienen», y el plan del Gobierno tampoco pone como prioridad la mejora de las instalaciones o ampliación de los centros de formación. «En definitiva, el plan se enfoca a la industria de defensa dejando a un lado al principal activo de nuestras Fuerzas Armadas, los trabajadores y trabajadoras militares», lamenta.
En el mismo sentido se manifiesta Marco Antonio Gómez, de ATME, que avisa de que las reivindicaciones de los militares no están satisfechas y lamenta que no se aproveche el actual contexto de subida en defensa para mejorar sus condiciones. Y adelanta que todo ello lo reclamarán en una concentración ante el Ministerio de Defensa el próximo sábado.
La visión entre los expertos en seguridad y defensa no es más optimista. Varios analistas consultados por ABC coinciden en que el plan presentado por el presidente del Gobierno adolece de falta de concreción, una financiación cierta y una base sólida. «Hace falta más detalle y mucha letra pequeña por conocer», apunta Carlos Martí. También Javier Jordán, de Global Strategy, advierte de que el incremento de la inversión debe ir acompañado de una auténtica estrategia en defensa. En un reciente informe, Jordán avisa de que el baremo del PIB es «un recurso fácil desde el punto de vista del discurso político», pero resulta «insuficiente» al abordar la política pública de defensa. Por ello, considera que un aumento del gasto puede ser inútil si no está sustentado en un exhaustivo análisis de qué capacidades son necesarias y, después, cuánto cuestan.
Otros analistas cuestionan también la intención de Sánchez de sacar adelante este plan de defensa sin pasar por el Parlamento y ponen en duda que todas las partidas incluidas en él puedan ser aceptadas por la OTAN, pese a que el jefe del Ejecutivo aseguró cumplir con la «métrica» de la Alianza Atlántica. En concreto, señalan algunos gastos en ciberseguridad o los orientados a la respuesta a los efectos de las catástrofes naturales.
«¿Por qué la urgencia por llegar al 2% este año? Parece una decisión solo política», se pregunta un analista cuestionando la capacidad de la industria para absorber ese desembolso. «Los grandes programas de defensa son tradicionalmente muy lentos y la capacidad de absorción de la industria también», apunta.