El BCE cambia el rumbo por primera vez en dos años y baja los tipos de interés al 4,25%
Un año y once meses han transcurrido desde que el Banco Central Europeo (BCE) abriera un nuevo capítulo de su historia. Christine Lagarde anunció entonces una subida de 50 puntos básicos de los tres tipos de referencia para combatir una inflación desmedida que llevaba meses golpeando la economía de las familias y que puso fin a casi una década de préstamos gratuitos y de depósitos en negativo que llegaron a costarle el dinero a muchos clientes. Pues bien, esa etapa empieza a cerrarse hoy. Siguiendo el guion previsto, el BCE ha confirmado la rebaja de 0,25 puntos básicos del tipo de refinanciación, que pasará del 4,5% al 4,25%; de la facilidad de depósito, desde el 4% se irá al 3,75%; y también para la facilidad marginal de crédito, utilizado por los bancos para pedir dinero prestado en la ventanilla de Fráncfort, que se situará en el 4,5% desde el 4,75% anterior. Es la primera vez en ocho años que rebaja los tipos de interés.
Ahora bien, esta bajada se interpreta más como el inicio de la moderación en las tasas oficiales que como el comienzo de una etapa de tipos a la baja de forma constante y significativa en el tiempo. Existe cada vez más el convencimiento de que el BCE se ha pillado los dedos con tanta declaración pública sobre una posible bajada en junio. Tanto se ha hablado de ello que ahora era imposible decepcionar al mercado porque cambiar el paso, y hacerlo sin un aviso previo, podría ser catastrófico para las Bolsas. Uno de los argumentos de quienes defienden esta tesis fue el (mal) dato de inflación del mes de mayo de la Eurozona. El IPC comunitario aumentó dos décimas, hasta el 2,6%, debido al tirón de los precios de los servicios, que escalaron al 4,1% desde el 3,7% de abril. Es el elemento que más preocupa desde hace meses al BCE junto con la subida de los salarios de los trabajadores, que ya parece estar bajo control, y que se compensa con una ratio de desempleo en mínimos históricos. La inflación subyacente se situó en el 2,9%, también al alza, y contrasta con el objetivo de precios del BCE, del 2%, que cabe recordar que es un mandato único, aquello por lo que debe trabajar para conseguir, con independencia de todo lo demás.
Desde que el 21 de julio de 2022 el BCE anunciara el primer alza de los tipos en la zona euro, Fráncfort no dejó una sola reunión huérfana de subida hasta octubre de 2023 cuando se produjo la primera pausa... y hasta hoy. Para el mercado, descontada como tenía la bajada de junio, la clave está en saber cómo de contundente será la caída y no parece que llegue a mucho, a tenor de las opiniones de bancos de inversión y firmas de análisis. La previsión más extendida en el mercado es la de dos rebajas más, en septiembre y diciembre, del orden de una por trimestre, siempre y cuando la inflación siga la senda de bajada y la economía no se enfríe más de la cuenta. Esto conduciría el tipo de refinanciación oficial hasta niveles del 3,75% a finales de año. "Tasas más bajas proporcionarán algo de aliento a los hipotecados más vulnerables, y también reducirán el riesgo [de impago] los bancos", apuntan desde la agencia Moody's.
Pero hay otro problema añadido y es que el BCE ahora será quien lidere el nuevo ciclo monetario. Va por delante de EEUU y del Banco de Inglaterra al ser el primero en bajar los tipos de interés. Se espera que el banco británico lo haga en agosto, hasta el 4,25%, la primera reunión sobre política monetaria en la que podría hacerlo; y en el caso de la Fed faltan todavía previsiones concretas. "Si nos basamos en las proyecciones de inflación, la Reserva Federal no debería recortar tipos hasta diciembre, a menos que se produzca un shock negativo en el mercado laboral o en el crecimiento", sostienen desde la casa suiza UBP. El IPC en EEUU está en el 3,4%.
Bank of America contempla un recorte de 75 puntos este año y otros 125 puntos básicos el que viene "acelerando a uno por reunión". "Los datos (una inflación persistente por debajo del objetivo) acabarán empujando (darán la sensación de urgencia) al BCE a acelerar el ciclo de recortes más de lo que esperan actualmente. De ahí nuestra previsión de que el BCE llegue al 2% a mediados de 2025", sostienen sus analistas.
El ritmo moderado que se espera para la bajada es, teóricamente, alcista para las Bolsas y también sigue siendo beneficiosa para los bancos, capaces de mantener su margen de intereses, que tan deprimido estuvo durante casi una década. En los últimos cinco días los bancos españoles retroceden cerca del 3%. El más penalizado es Bankinter, con caídas que superan el 5%; CaixaBank, la mayor entidad del país con un tercio de cuota de mercado, cede un 3,5%; BBVA más del 3% y Banco Santander, el 1,6% antes del anuncio hoy del BCE. "Según un análisis de Goldman Sachs, desde los años 80, la renta variable europea ha subido un 2% en el mes siguiente a una bajada de tipos de la Fed", recoge en su informe diario Mirabaud.