Trump confirma el acuerdo con Intel para que la Administración controle el 10% de la compañía

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha confirmado hoy una noticia que llevaba días rumoreándose: el Gobierno entrará en el capital de Intel, uno de los más históricos fabricantes de chips estadounidenses, con una participación del 10%. Los mercados, por su parte, han reaccionado positivamente a la decisión, con las acciones de la compañía disparándose hasta un 6%.

Lo cierto es que Intel necesitaba un espaldarazo. La compañía fundada en 1968 en Mountain View, California, arrastra una enorme tradición como una de las tecnológicas más antiguas y prestigiosas del país, y durante décadas representó la vanguardia en la fabricación de componentes tecnológicos. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, «ha quedado atrás», tal y como ha reconocido Trump al anunciar el acuerdo.

Un empujón necesario

Tal y como ya informó ABC, la compañía presentó a finales del pasado mes de julio sus resultados del segundo trimestre de 2025, con unos ingresos de 12.900 millones de dólares, prácticamente idénticos a los del mismo periodo de 2024. A pesar de que los ingresos se mantuvieron, el beneficio bruto cayó un 8%, de 35,4% a 27,5%.

Pat Gelsinger, ex CEO de la compañía, dimitió a finales de 2024 debido al fracaso en su estrategia para revertir la complicada situación que atravesaba Intel, completamente relegada por sus rivales en el sector tecnológico. Su sucesor, el malayo Lip-Bu Tan, accedió al puesto en marzo de este año, con una monumental tarea en sus manos: devolver a la compañía al camino correcto.

Sin embargo, no comenzó con buen pie, al menos con Trump. El presidente exigió hace solo veinte días la dimisión inmediata de Tan, acusándolo de estar «en un conflicto de intereses» debido a sus lazos con empresas chinas en su pasado como inversor en start-ups tecnológicas.

Sin embargo, Tan no tardó en rebatir los reproches del presidente. «Mi reputación se ha construido a través de la confianza, en hacer lo que digo que voy a hacer, y hacerlo de forma correcta... esta es la manera en la que estoy liderando Intel», declaró, afirmando estar totalmente dispuesto a reunirse con Trump para acercar puntos de vista.

Un día enemigos, al siguiente íntimos

Parece que dicha propuesta fue vista con buenos ojos por Trump, pues solo unos días después, ambos líderes mantuvieron una reunión en la Casa Blanca. Al salir, el presidente de EE.UU. llegó a declarar que la historia de Tan era «increíble», mostrando una nueva sintonía entre el magnate y el ejecutivo tecnológico.

«Me reuní con el Sr. Lip-Bu Tan, de Intel, junto con el secretario de Comercio, Howard Lutnick, y el secretario del Tesoro, Scott Bessent», escribió Trump en una publicación en Truth Social a mediados de agosto. «La reunión fue muy interesante. Su éxito y ascenso son una historia increíble. El Sr. Tan y los miembros de mi gabinete van a pasar tiempo juntos y me presentarán sugerencias durante la próxima semana. ¡Gracias por su atención a este asunto!».

Lo cierto es que el buen entendimiento entre las partes se ha materializado, precisamente con el anuncio que Trump ha confirmado esta mañana. «Creo que es un gran acuerdo para ellos», ha subrayado Trump, que durante una comparecencia en el Despacho Oval ha desvelado los resultados de unas negociaciones que se habrían desarrollado en estos últimos días. «Es bueno tener a Estados Unidos de socio», ha dicho, parafraseando incluso diálogos con directivos de la empresa, en declaraciones que recoge Europa Press.

Lo cierto es que el Gobierno estadounidense llevaba un tiempo estudiando una operación similar a la que se ha producido. En el año 2022, la administración Biden promulgó la 'CHIPS Act', una ley que buscaba potenciar la industria de semiconductores estadounidense en forma de incentivos económicos para las empresas nacionales. Intel recibió, el pasado año, 8.000 millones de dólares del Gobierno gracias a esta ley. Lo que hoy ha anunciado Trump es la conversión de dichos fondos en acciones de la compañía, lo que supone la entrada formal del Gobierno en el capital de Intel.