Trump ha pedido la dimisión inmediata de Tan (Muar, Malasia, 1959), nombrado CEO de Intel hace tan solo cinco meses, acusándolo de estar «en un conflicto de intereses« debido a sus lazos con empresas chinas. A su vez, el presidente ha puesto en duda la capacidad y los planes de Tan para revertir la delicada situación que atraviesa Intel, una de las empresas estadounidenses de chips más icónicas de la historia, precisamente en un momento en que Trump quiere fortalecer esta industria a nivel nacional.
Tal y como reveló en exclusiva Reuters en el mes de abril, Tan, un avezado inversor en start-ups tecnológicas, ha aportado 200 millones de dólares a cientos de empresas chinas, del sector manufacturero y tecnológico, algunas de las cuales figuraban como proveedores del Ejército de Liberación Popular de China. Precisamente por esta razón, Trump ha exigido en su red social, TruthSocial, la dimisión inmediata del ejecutivo.
«El CEO de Intel tiene un gran conflicto de intereses y debe dimitir, inmediatamente. No hay otra solución a este problema», afirmó Trump en su red social. Este mensaje llega solo un día después de la carta enviada por el senador republicano Tom Cotton a Intel, que trataba de indagar en los lazos que unen al ejecutivo malayo con el mundo empresarial chino, tal y como apunta Reuters.
Washington no paga traidores
Lo cierto es que quizá no es el mejor momento para que Intel acometa otro cambio de liderazgo. Pat Gelsinger, el predecesor de Tan al frente de la compañía, dimitió a finales de 2024 debido al fracaso en su estrategia para revertir la complicada situación que atravesaba Intel, completamente relegada por sus rivales en el sector tecnológico.
Precisamente, uno de los mayores aliados de la icónica firma de procesadores ha sido Washington, que le concedió, solo el pasado año, 8.000 millones de dólares en subvenciones, lo que convierte a la empresa en el mayor beneficiario del 'CHIPS Act', una ley promulgada por Biden en 2022 que pretendía potenciar la industria de semiconductores estadounidense en plena disputa por el liderazgo internacional con China.
«Mi reputación se ha construido a través de la confianza, en hacer lo que digo que voy a hacer, y hacerlo de forma correcta... esta es la manera en la que estoy liderando Intel«, afirmó Tan en un comunicado, en el que la junta directiva de la empresa le trasladaba su confianza. »Estamos en contacto con la Administración para abordar loas asuntos planteados, y asegurarnos de que cuentan con los datos necesarios«, concluyó Tan.
Lazos económicos con el ejército chino
Trump pone en tela de juicio que Tan sea el hombre correcto para restaurar la gloria de Intel, que en su momento llegó a ser uno de los líderes a nivel mundial en fabricación de chips. Sin embargo, eventualmente, TSMC, la compañía taiwanesa que actualmente lidera el mercado, fue creciendo de forma exponencial en detrimento de Intel.
La compañía, además, se ha quedado muy atrás en el mercado que domina el escenario tecnológico actual: los chips de Inteligencia Artificial. Otras compañías como Nvidia han tomado la delantera, e incluso Intel ha perdido su posición dominante en la fabricación de procesadores clásicos para ordenadores frente a su histórico rival, la también estadounidense AMD.
La compañía presentó a finales del pasado mes de julio sus resultados del segundo trimestre de 2025, con unos ingresos de 12.900 millones de dólares, prácticamente idénticos a los del mismo periodo de 2024. A pesar de que los ingresos se mantuvieron, el beneficio bruto cayó un 8%, de 35,4% a 27,5%.
Después de unos meses de liderazgo incierto tras la salida de Gelsinger, se hizo oficial la llegada de Tan, que a través de su dilatada experiencia en la industria de chips y en la inversión en start-ups tecnológicas parecía un perfil ideal. Sin embargo, parece que su futuro está ahora en el aire, en manos de uno de los hombres más poderosos del mundo, que a pesar de no tener competencias para cesarlo, posee una influencia con la que resulta difícil rivalizar.