Al menos 40 muertos y casi 350 heridos a causa de fuertes tormentas en Afganistán

Las precipitaciones se han concentrado especialmente en la ciudad de Jalalabad y los distritos de Surj Road, Bati Kot y Behsud. Según ha destacado el portavoz del Ministerio de Salud afgano, Sharafat Zaman, es posible que la cifra de víctimas aumente a medida que avanzan las labores de emergencias.

Asimismo, las fuertes tormentas han provocado también daños materiales en la zona, incluidas viviendas e infraestructura civil. De hecho, en torno a 60 torres de alta tensión han sido derribadas, lo que ha dejado a muchas zonas de Nangarhar sin acceso a electricidad.

Por su parte, el principal portavoz talibán y viceministro de Información, Zaibulá Muyahid, ya adelantó en la víspera que las precipitaciones se habían cebado con la provincia, y ordenó a los órganos estatales que centraran sus esfuerzos en las zonas afectadas para atender a las víctimas.

«Proporcionar refugio, alimentos y medicinas a las familias desplazadas, y se ha ordenado a los órganos militares que utilicen todas las instalaciones de las que disponen para salvar a la gente», señaló Muyahid ya en la víspera en su perfil en la red social X, anteriormente conocida como Twitter.

Afganistán, dado a las inclemencias atmosféricas

Afganistán es un país propenso a sufrir fenómenos meteorológicos extremos como inundaciones y sequías. Los expertos apuntan directamente a la crisis climática, mientras que las agencias de Naciones Unidas señalan que la nación asiática es la sexta del mundo más vulnerable al cambio climático a pesar de ser una de las que menos emisiones genera.

Afganistán sufrió a comienzos de año una serie de terremotos que, sumados a las inundaciones registradas en marzo, hace que el proceso de recuperación sea largo y difícil. Tras años de guerras y conflictos, el país no cuenta con la infraestructura necesaria para hacer frente a este tipo de inclemencias.