

Ya sea por exceso o por su falta, de nuevo las vacunas están en el punto de mira. Al declarar la Organización Mundial de la Salud (OMS) la emergencia sanitaria de salud pública mundial salen las carencias y necesidades frente al mpox, antes denominada viruela del mono.
Desde Médicos Sin Fronteras (MSF) se hace un llamamiento a la donación de vacunas. Francisco Bartolomé, asesor técnico de enfermedades tropicales de MSF, apunta que "estamos en un punto en que debemos hacer un uso óptimo de las vacunas en aquellos colectivos de riesgo y más vulnerables".
Quizás cobre sentido que el laboratorio farmacéutico danés Bavarian Nordic, fabricante de una vacuna contra la infección anunció ayer que la solicitud a la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) la ampliación de su uso a adolescentes de 12 a 17 años. "Dado que estamos trazando la ruta de transmisión del virus, en la que el contacto estrecho con lesiones cutáneas además de fluidos son clave, hay que buscar formas de protección para todos".
En los países africanos se ha registrado un número alto de niños afectados, representan más del 70% de los casos de viruela símica y el 85% de las muertes en la República Democrática del Congo. "Tenemos que confirmar si las madres se lo pasan a los lactantes a través de la leche materna o por las lesiones que tengan en las mamas. También debemos abordar los cuidados de los infectados sin llegar a un aislamiento estigmatizante", asegura Bartolomé.
Bavarian Nordic asegura que tiene actualmente de unas 500.000 dosis en reserva y podría hasta 10 millones de dosis de vacunas de aquí a 2025. La Autoridad Europea de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias (HERA) ya anunció la donación de 215.000 dosis, así como apoyo a la agencia de salud de la Unión Africana para el diagnóstico y la secuenciación del virus.
En España, desde Sanidad también se pide a los 20.900 españoles que tienen una dosis, que completen la pauta vacunal. Según datos recopilados por los registros de vacunación de Sanidad (REGVACU), de las 40.610 personas vacunadas frente a la viruela del mono, solo la mitad tiene los dos pinchazos, a pesar de pertenecer al grupo de mayor riesgo.
A través de un trabajo, publicado en Cell Host & Microbe, los científicos estudiaron la sensibilidad del mpox a los anticuerpos neutralizantes (las defensas encargadas de repeler a los patógenos) generados después de la infección con el virus y/o la vacunación con Imvanex, desarrollada por el laboratorio danés. Esta vacuna se ha utilizado como profilaxis pre y post exposición en poblaciones de alto riesgo, pero su eficacia aún no está bien caracterizada.
Los científicos y médicos del Instituto Pasteur, del CNRS, del Inserm, del VRI y de la Red de Hospitales Públicos de París (AP-HP) estudiaron 470 sueros de individuos vacunados o infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana mpox para buscar los mecanismos implicados y determinar la protección contra la infección o la gravedad de la enfermedad.
Uno de los datos llamativos fue que el nivel más alto de anticuerpos se encontró en individuos nacidos antes de 1980 (que, por lo tanto, habían sido vacunados contra la viruela), ya sea después de la infección o después de la administración de Imvanex. Esto subraya el impacto de la vacunación histórica en las respuestas inmunitarias a la infección o al pinchazo. Al tiempo, esto sugiere que se generó una especie de inmunidad híbrida en individuos infectados que fueron vacunados en la infancia.
El número de infecciones por mpox ha aumentado constantemente desde que se interrumpió la vacunación masiva contra la viruela en la década de 1980. "Los ensayos de neutralización desarrollados en el marco de esta investigación pueden ayudar a definir correlatos de protección contra la infección o la gravedad de la enfermedad", ha comentado en un resumen de la publicación Olivier Schwartz, jefe de la Unidad de Virus e Inmunidad del Instituto Pasteur y último autor del estudio.
"Los ensayos también pueden utilizarse para realizar encuestas epidemiológicas, evaluar la duración de la protección conferida por una infección previa o por vacunas autorizadas y candidatas, y analizar el uso de una intervención inmunoterapéutica. Son herramientas útiles para comprender los mecanismos de multiplicación del virus", remacha Schwartz.