Yolanda Díaz da un vuelco al modelo de su partido: sus socios no participarán en él y mandarán en sus autonomías
Yolanda Díaz borra la aspiración de construir una nueva organización política que trate de subsumir a los socios con los que comparte coalición en Sumar. Ese objetivo se intentó a través del partido Movimiento Sumar en el primer trimestre de este año, sin embargo, la concatenación de malos resultados electorales empoderó a las otras formaciones del espacio para desmontar el plan de crear un partido paraguas. Eso ha llevado ahora a la fuerza fundada por la vicepresidenta segunda del Gobierno a verse obligada a reinventar gran parte de su proyecto y a darle una vuelta a su modelo de organización. Este cambio es importante porque todo esto se convirtió en una de las causas de mayor fricción y disputa interna entre los socios que forman parte de la alianza Sumar y ella. Ahora, en cambio, se camina hacia una relación basada en más "horizontalidad" y "coordinación" entre las partes y consolidando una mesa de partidos como órgano para la toma de decisiones.
Los trabajos de refundación en el espacio de la izquierda alternativa tienen como próximo hito el congreso de Movimiento Sumar, que se celebrará los días 29 y 30 de marzo de 2025. En la asamblea hay que elegir a los nuevos coordinadores de ese partido, una vez que Díaz dimitió de dicho papel para mantener el "liderazgo político" desde fuera, como referente al mando por su faceta de vicepresidenta segunda del Gobierno y líder de la coalición Sumar. Además de ocupar el vacío dejado por Díaz en la cúpula de la formación, se tendrán que aprobar dos documentos trascendentales. Uno sobre el modelo de partido. El otro sobre la hoja de ruta política para el próximo ciclo hasta las elecciones generales.
El documento organizativo, recién terminado y que será objeto de enmiendas hasta el congreso de marzo, es el que trae el giro total, porque entierra el modelo de partido paraguas con el que oficialmente se fundó Movimiento Sumar en marzo de 2024. Esto es historia, porque la gran novedad que presenta es que formaciones como Izquierda Unida (IU), Comunes, Más Madrid o Verdes Equo ya no estarán involucradas en la construcción de Movimiento Sumar. Antes lo iban a hacer a regañadientes pero se truncó.
En aquel intento por convertir la coalición electoral en una nueva organización, Díaz cedió un 30% de los puestos de la dirección nacional de Movimiento Sumar a los partidos aliados y se reservó el 70% restante para su equipo. Sin embargo, esto ahora desaparece por completo. No habrá otros partidos participando en la dirección ni asientos para ellos. Tan sólo compondrá el órgano llamado Grupo Coordinador "un máximo de 65 personas" elegidas por primarias en un congreso, más los correspondientes líderes autonómicos.
Dos coordinadores generales
Otro cambio destacado es que Movimiento Sumar no tendrá un líder. Ahora serán dos. Se crea una bicefalia. Según señala el documento al que ha tenido acceso EL MUNDO, la Coordinación General "estará compuesta paritariamente por dos personas" y actuará de forma "colegiada", ejerciendo ambos el papel de "máxima representación" de Movimiento Sumar "a nivel político".
¿Y qué pasa con Díaz? Ella anunció que dejaba todo cargo orgánico y que se iba a centrar exclusivamente en el Gobierno, así que en teoría no ocuparía ninguna de esos dos puestos de coordinador general. El documento apenas esboza una respuesta sobre ella. Tan sólo destaca "la reconfiguración del liderazgo de Yolanda Díaz en torno a la vicepresidencia del Gobierno". Que significa que ella coordina la acción del conjunto de Sumar desde esa faceta. La puerta a su candidatura electoral sigue totalmente abierta porque en ningún momento se dice que uno de los coordinadores generales tenga que desempeñar ese papel.
Por otro lado. Una parte muy destacada de los enfrentamientos entre los socios de Sumar y Díaz hace unos meses fue la pretensión de Movimiento Sumar de desembarcar territorialmente en las distintas comunidades autónomas. Eso fue visto por los partidos aliados como un intento de crear una competencia en sus territorios de actuación. Así lo veían IU y Más Madrid, y eso que participaban en la construcción de este nuevo partido, o Compromís, Chunta y Més, que rechazaron hacerlo pero que les creaba un fuerte malestar.
El nuevo documento coordinado por la secretaria de Organización, Lara Hernández, mantiene el plan de extender territorialmente Movimiento Sumar y constituirse en todas las comunidades autónomas a excepción de Cataluña, donde se da por referenciado en los Comunes. Pero hay cambios respecto a lo que se planteaba hace 9 meses y que tanto molestaba a sus socios. El desembarco quiere hacerse de manera conciliadora y, a su vez, se admite que esas fuerzas ya arraigadas tendrán un papel preponderante en los espacios autonómicos que existan y que tienen que seguir mandando.
Desembarco territorial
Movimiento Sumar "reconoce la experiencia, la fuerte implantación territorial y el capital político acumulado por fuerzas hermanas en distintos territorios" y cita la Comunidad de Madrid, Asturias, Comunidad Valenciana o Baleares. Esto se traducirá en que las "estructuras" y los "órganos" del partido "actuarán en permanente y estrecha coordinación y colaboración con estas fuerzas en toda su acción política" y, aquí está la clave, "reconociendo su posición en el espacio progresista del territorio". De igual modo, será "especialmente sensible" a aquellas experiencias municipalistas "consolidadas y arraigadas" en los municipios.
Todo esto se irá dando paso a partir de las asambleas autonómicas fundacionales de Movimiento Sumar, que se desarrollarán en el segundo trimestre de 2025. Para el verano tendrían que estar todas, siguiendo los pasos dados en Galicia y el País Vasco, donde hay estructuras y una dirección autonómica.
El nuevo espíritu del partido de Díaz aparece en el documento cuando asegura que ahora es un partido más. "Movimiento Sumar no solo somos una pieza más de este puzle [la coalición Sumar], sino que asumimos el firme compromiso y voluntad de trabajar en horizontalidad y coordinación con el resto de fuerzas políticas", se señala.
En este sentido, la ponencia organizativa apuesta por la mesa de partidos como foro de relación, a la vez que defiende el darse de "herramientas básicas" de diálogo así como garantía de autonomía e independencia. "Creemos que es útil seguir construyendo la mesa de partidos, que sirve de espacio abierto, de acuerdo y coordinación entre las fuerzas de la coalición, defender el diálogo multilateral y constante entre las distintas organizaciones y un principio de cooperación entre las mismas", destaca el documento.
Asimismo, y en un contexto de división en el espacio tras la marcha de Podemos, se hace una firme defensa de las alianzas para las elecciones. "Movimiento Sumar desarrollará todas las iniciativas necesarias para intentar conseguir alianzas que favorezcan la obtención de resultados electorales favorables, la reedición de gobiernos progresistas y el reforzamiento de derechos y de bienestar de la vida de la gente", se dice.
Para esos procesos de "confluencia y unidad", Movimiento Sumar da pistas de cuáles son sus condiciones. Primero, que deben hacerse sin "a prioris". Segundo, "promoverá que estos procesos se aborden con sistemas de primarias, con reglas inclusivas y abiertas a la sociedad civil".
El fin del "asalto a lo cielos"
También está enfilado el documento político del congreso de marzo, que debe actualizar el rumbo para el nuevo ciclo que acaba en las elecciones generales. El texto, coordinado por Rosa Martínez en sustitución del dimitido Íñigo Errejón, declara el "fin" del periodo político iniciado con el 15-M y la caducidad de la forma de actuar que instauró Podemos en 2014.
"La épica del 'asalto a los cielos' ya no forma parte del ADN de una sociedad agotada y cuyas preocupaciones pasan por otros lugares", se dice. Si la sociedad ha cambiado profundamente en 10 años, se advierte, "también debe hacerlo nuestro discurso político". Y eso significa que "lo que sirvió entonces ya no sirve" y que "toca reinventarse, encontrar un nuevo sentido, construir nuevos lenguajes" y "actualizar" el proyecto político en consonancia a esto.
El principio de este nuevo periodo está marcado por el paso de ser un "outsider" a asumir "responsabilidades de gobierno". Esto implica que se pasa así "de la fuerza impugnatoria a la fuerza institucional, con experiencia en la gestión pública y una trayectoria consolidada".
El documento político explica que en este escenario la apuesta de Movimiento Sumar para actuar está en "las ideas como eje central". "Queremos liderar el debate de las ideas", dice. Un nuevo proyecto con políticas públicas "ambiciosas" e "innovadoras" que establezca un proyecto para la próxima década que sea "novedoso" y "rupturista".
Para conseguir esto, Movimiento Sumar asume que tiene que abrirse "una nueva etapa de alianzas" con las fuerzas de izquierda. Ya no hay "sujeto hegemónico", como era Podemos, sino que el espacio político de la izquierda alternativa al PSOE ha de moverse "hacia un momento de alianzas múltiples, de frentes comunes, de confluencias y coaliciones de diferente naturaleza".
La manera de cerrarlas es encontrar "buenas herramientas para producir vínculos políticos" y avisa de que promulgan hacer una política "laica", "no identitarias" y que "pacte los desacuerdos" para construir alianzas "duraderas" que aporten "tranquilidad".