Feijóo da por "inviable" la legislatura y pide elecciones y Sánchez replica que agotará el mandato y "volverá a ganar"

Primer cara a cara en el Congreso de Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo tras las elecciones del 9-J; tras la entrada en vigor de la ley de Amnistía; tras la conformación de la Mesa del Parlament dominada por los independentistas; tras el desmoronamiento de Sumar y después, también, de que los presuntos escándalos de corrupción que afectan al círculo familiar del presidente del Gobierno se hayan extendido salpicando a su hermano. Primer encontronazo en un barrizal de acusaciones mutuas, golpes bajos y soberbia. La regeneración democrática, la normalidad en el disenso y la conexión con los problemas de la ciudadanía ni están ni se les espera.

El líder popular, ganador en las urnas europeas, apuntalado por su ventaja de cuatro puntos sobre el socialista, está convencido de que el Gobierno de Sánchez ya no es sostenible. Feijóo se ha anticipado a Sánchez dando por hecho que este atacaría "con la derecha y la ultraderecha", "el fango" y hasta "con Franco". Y ha disparado: "No se empecine con lo que ya no es viable".

Feijóo ha sacado a relucir todos los tropezones que han sacudido al presidente en la última semana para concluir: "No tiene usted un Gobierno sólido, no tiene una mayoría garantizada, no tiene Presupuestos, déjelo ya". Feijóo ha pedido así la convocatoria de elecciones generales inmediatas.

Sánchez ha tratado de mantenerse firme haciendo gala de resistencia. El presidente ha afirmado que con la victoria del 9-J lo único que ha conseguido Feijóo es "consolidarse como líder dentro de su partido". Las carcajadas de María Jesús Montero han resonado en todo el Hemiciclo. Sánchez ha vuelto a acusar al líder del PP de querer montar "una moción de censura con la ayuda de Puigdemont". Una presunción que él atribuye a la "desesperación" del líder del PP.

"Toda esta máquina del fango para qué", ha dicho Sánchez acusando al popular de haberse convertido en el "portavoz de la ultraderecha". El presidente del Gobierno ha situado así al activista de ultraderecha, Alvise Pérez, en uno de los protagonistas del debate parlamentario. "Dentro de tres años, cuando haya elecciones, se presentarán tres ultraderechas la suya, la de Alvise y la de Abascal y a los tres les vamos a ganar", ha replicado desafiante insistiendo en el mensaje de que agotará la legislatura y en consecuencia gobernará no sólo tres años más sino también, después. Montero a su lado seguía jaleando la intervención de su jefe a voz en grito.

Después, Abascal ha lanzado una catarata de reproches contra el presidente del Gobierno, a quien ha acusado de tapar su corrupción y la de su familia a base de montar conflictos diplomáticos. Para el líder de Vox, no hay duda de la corrupción de los ministros, de Begoña Gómez y del hermano de Sánchez. También ha aprovechado para arremeter contra el PP, a quien acusa de pactar en Europa con el PSOE.

Después, en su cara a cara con el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, ha asegurado que antes de las vacaciones de verano su Gobierno presentará un plan de regeneración democrática.