Sánchez diluirá el caso Cerdán con otros tres temas sin relación

El Ejecutivo alega problemas de agenda para dilatar las explicaciones del secretario general del PSOE sobre un escándalo de corrupción que golpea tanto a su Secretaría de Organización como al Ministerio de Transportes. Pero además, evitará un pleno monográfico en el que oposición y socios, durante horas, lo interroguen exclusivamente por las andanzas de su ex número tres, su antecesor y exministro, José Luis Ábalos, y el exasesor de este Koldo García.

La Mesa del Congreso, el miércoles por la noche, calificó la comparecencia del presidente por la corrupción que cerca a su Ejecutivo, sí, pero también por temas nada menores como la cumbre de la OTAN en La Haya (Países Bajos), que se celebrará los días 24 y 25, el Consejo Europeo de la primera semana de julio y la Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo que tendrá lugar en Sevilla.

Así consta en el escrito remitido por el Ministerio de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes a la Mesa de la Cámara Baja, al que ha tenido acceso ABC, y en el que estampa su firma el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes y Asuntos Constitucionales, Rafael Simancas. Pero, para más inri, la cosa no termina ahí. El Gobierno, en el texto enviado a la institución presidida por Francina Armengol, limita la caída de Cerdán –por quien su partido y Ejecutivo ponían la mano en el fuego hasta el jueves pasado– a «presuntos casos de corrupción conocidos por la filtración a los medios de comunicación». Una frase que obvia el papel del Tribunal Supremo.

Y es que el PSOE no reaccionó ni retiró su apoyo a su número tres hasta que el Supremo levantó el secreto de sumario y se hizo público –que no filtró– el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, en el que Cerdán no es solo que fuese mencionado, sino que era situado en la cúspide de una trama de mordidas a cambio de amañar adjudicaciones de obra pública. Todo, aderezado de conversaciones grabadas entre Cerdán, Ábalos y García sobre las comisiones ilegales que se repartían.

Sin visos de adelantarse

Armengol, por ahora, desoye también la petición del PP de convocar una Junta de Portavoces para debatir la posibilidad de convocar un pleno monográfico que fuerce a Sánchez a abordar el caso Cerdán antes del 9 de julio, incluso este mismo jueves. Fuentes cercanas a la Presidencia del Congreso remarcan que una comparecencia del jefe del Ejecutivo depende de su disponibilidad y desde el Gobierno no ofrecen otra alternativa en las próximas tres semanas.

Precisamente la mayoría de los socios del Gobierno le afearon este miércoles, en sus reuniones en la Moncloa, que no haya acudido a la Cámara Baja esta semana. Se lo dijeron Gabriel Rufián, de ERC, quien incluso amagó con plantar al presidente tras un rifirrafe entre ambos en la sesión de control del Congreso, Maribel Vaquero, del PNV, y Cristina Valido, de Coalición Canaria. Todos ellos lo ven «tocado», «preocupado», y quizás eso explique por qué Sánchez se resiste a una comparecencia inmediata. Más allá fueron Podemos y BNG, que ni siquiera asistieron a la cita, en la que, esta vez –tras hacerlo la víspera Junts–, la única que aceptó la fotografía con Sánchez fue la portavoz de Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, con su homólogo en el Senado.