La obra de conexión de la Junta en La Colada: claves de un dique al borde de los tribunales

Javier Gómez

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Las posiciones técnicas, y las políticas, siguen totalmente enfrentadas. La Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), en voz de su presidente Samuel Moraleda el jueves en Córdoba, mantiene un 'no' rotundo a la autorización para completar la obra de conexión del embalse de La Colada con Sierra Boyera.

La Diputación y la Junta, que auxilia a la institución provincial en esta actuación, conservan intacta su posición de que las intervenciones complementarias son imprescindible: nueva línea eléctrica, más tomas para captar agua a otra altura diferente a la única flotante y para aumentar el volumen de bombeo.

Claves técnicas

El presidente del órgano de cuenca del Guadiana, en una rueda de prensa en la Subdelegación, reiteró que la decisión de negar la autorización a la obra adjudicada de la Junta es únicamente técnica y adoptada por funcionarios independientes: «¿Qué les voy a pedir ahora que cambien su informe?», llegó a preguntarse retóricamente.

Moraleda insistió en el argumento de que la obra de emergencia, que siempre se contempló como provisional hasta el mismo día de su presentación en la que el Gobierno cambió de posición para reputarla como robusta y final, es «definitiva» y «ha solucionado el problema» para «garantizar» el abastecimiento de los vecinos del Norte de la provincia.

Reiteró que, a su juicio, la obra de la Junta sería «redundante» y «duplica» las infraestructuras, defendió la «envergadura» de la obra de emergencia «con una inversión de 4,3 millones, insistió en el posible derroche económico si se hace la nueva obra, censuró la »presión medioambiental« que supondría aumentar el caudal del bombeo y consolidó que lo ideal era »instalar una toma flotante« como hay actualmente.

Vis política

En el argumentario de la CHG siempre se deslizó que esta decisión nada tiene que ver con una cuestión política. Hay aristas que permiten al lector tomar sus propias consideraciones al respecto. Moraleda, en octubre del año pasado, es decir, más de seis meses antes de que el informe de los técnicos independientes estuviera acabado, adelantó la posición contraria la obra, que ahora dicta la CHG, en un encuentro en Pozoblanco con la plataforma ciudadana: «Sería un desastre y un fracaso que se hiciera una repetición o segunda obra para llevar agua cuando ésta funciona». No estaba listo aún el informe de 77 páginas de los funcionarios independientes en el que basó el jueves sus argumentos.

Por otra parte, la elección del lugar de su intervención en Córdoba no es casual: la sede de la Subdelegación del Gobierno en Córdoba. Pero, hay datos más relevantes. La secretaria general del PSOE en la provincia de Córdoba, Rafi Crespín, asistió a la misma para arropar a Moraleda. También concurrió el portavoz socialista en la Diputación, Esteban Morales. Sus cargos no son netamente políticos y vinculados a un único partido.

Mejoras deseadas

La Diputación y la Junta mantienen, pese a las palabras del presidente del órgano de cuenca, también inalterable su posición. Siguen y seguirán solicitando permiso para finalizar y complementar la obra de conexión de La Colada con Sierra Boyera para hacerla definitiva y garantizar el abastecimiento al Norte de la provincia si llega otro periodo de sequía.

Los cargos de ambas instituciones reiteran igualmente su posición de rebatir los argumentos de la CHG, en el sentido de que no habrá duplicidad de actuaciones y que se aprovechara todo lo aprovechable de la ejecución de emergencia. Las principales demandas de la Junta son básicamente tres: instalar una nueva línea eléctrica, aumentar el número de tomas a diferentes altura de la única flotante y sobre todo permitir bombear mayor caudal al depósito de Cuartanero.

Justifican la Junta y la Diputación que tener más tomas permitirá elegir el agua de mayor calidad para el bombeo en cada momento sin limitarse a la superficial. Además, justifican sacar el agua con mayor caudal, a 600 litros por segundo en lugar de los 300 l/s a los que está autorizado, por una cuestión de ahorro económico. El objetivo es bombear el líquido en el menor tiempo posible y cuando el precio de la electricidad sea más barato.

Despilfarro en gasóil y cisternas de agua

Uno de los argumentos y puntos de fricción sigue siendo el coste económico de la nueva intervención. La Junta adjudicó la obra por 9,3 millones de euros a Jicar a final del año pasado. El informe de la Confederación tildó de «ineficiencia económica» realizar la nueva obra, puesto que «supondría un coste adicional de más de 8 millones de euros, siendo obras prescindibles al duplicar sistemas ya operativos».

Lo que no menciona el informe ni tampoco dijo Moraleda en su intervención es el coste que ha tenido realizar una conexión de emergencia desde un pantano con agua sin calidad suficiente para ser potable con un tratamiento habitual en la EDAR de Sierra Boyera. Este problema no habría existido de realizar la conexión con Puente Nuevo, en lugar de La Colada.

Hay más cuestiones económicas debatibles. El canon de la Junta es el que financia la futura posible obra de la administración regional. Sin embargo, son los ciudadanos los que han abonado, con sus impuestos directos e indirectos, los 4,3 millones de la necesaria ejecución de emergencia.

Otro punto fundamental es que la conexión se hizo sin el soporte eléctrico indispensable para que funcionara el bombeo. Esto ha obligado a que la obra del Gobierno central haya costado a la Diputación abonar unos 5 millones de euros en gasóil para alimentar de energía el bombeo. Todo sin obviar que los grupos electrógenos que instalaron colapsaron en el verano de 2023 y dejaron sin agua un par de días a los vecinos del Norte.

A ello hay que unir el sobrecoste al que obligó para llevar el agua potable a los ciudadanos del Guadiato y Los Pedroches: otros cinco millones en camiones cisterna diarios a los municipios durante un año.

El último intento

La situación administrativa no da ya para más. El lunes acaba el plazo para que Junta y Diputación presenten las observaciones y modificaciones posibles para que el proyecto de la obra salga adelante. Si no contestan, el expediente de concesión se tendrá por desistido y se archivará. No será así. ABC ha podido constatar que la Diputación, con las aportaciones de Agricultura, presentará sus observaciones finales. Será el último intento por vía administrativa para salvar el proyecto y las reticencias de la CHG.

Altos cargos de la Junta de Andalucía y de la Diputación de Córdoba mantuvieron este viernes una reunión para unificar la respuesta definitiva al órgano de cuenca del Guadiana por vía administrativa. Moraleda, mientras, apuntó el jueves que probablemente volverán a ser rechazadas, puesto que dijo que «todo está hablado sobre la obra de La Colada». Avanzado una posible respuesta negativa otra vez a lo que planteen Junta y Diputación antes del análisis de los técnicos.

Será el último paso para salvar la obra adjudicada por la Junta, de un caso que está tan enrocado en ambos bandos que anticipa que se halla al borde de pasar a los tribunales cuando se agote la vía administrativa. Moraleda rechazó de plano, con ese «todo está hablado», la mano tendida del consejero de Agricultura, Ramón Fernández-Pacheco, a seguir dialogando y que la CHG «entierre el hacha de guerra».

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