Sánchez: “Si los independentistas solo hablan de referéndum es muy difícil avanzar”
Pedro Sánchez acude este jueves a la reunión con el president catalán, Pere Aragonès, determinado a profundizar en la hoja de ruta que inició en 2021 con la concesión de los indultos a nueve dirigentes del procés: seguir encauzando la relación con el independentismo para empujarlo a dejar atrás la vía rupturista. Esta mañana, poco antes de encontrarse con el dirigente de ERC en el Palau de la Generalitat, en Barcelona, Sánchez ha afirmado en una entrevista en Rac1 que su intención es negociar avances en el “autogobierno” de Cataluña y que hay un “espacio intermedio” entre el referéndum de independencia —que el PSOE rechaza— y “quedarnos como estamos”. En ese espacio intermedio “todo se puede estudiar”, incluidas mejoras en la financiación, que no ha concretado. También ha celebrado que con su política de acercamiento se consiga “reconocer y rehabilitar” a “actores políticos” que estaban fuera de la negociación hasta ahora, en alusión a Carles Puigdemont, que permanece huido de la justicia desde 2017. En esa línea de reconocimiento y rehabilitación, Sánchez ha confirmado que se reunirá con el expresidente catalán y líder de Junts, aunque ha dicho que “lo lógico” es que el encuentro se produzca cuando la ley de amnistía esté ya aprobada.
La Moncloa enmarca la reunión con Pere Aragonès en su estrategia de distintas velocidades a corto, medio y largo plazo en la negociación con ERC y Junts, dos partidos cuyos votos han sido claves para que Sánchez fuera investido. Las dos formaciones independentistas lograron arrancar la concesión de la ley de amnistía, cuya tramitación acaba de iniciarse en el Congreso. Esa medida, que el presidente del Gobierno considera ahora “trascendente” para la resolución del conflicto territorial en Cataluña —aunque hasta las elecciones del 23-J siempre la rechazó—, está provocando un desgaste al PSOE y al Ejecutivo, que quiere llevar la relación al terreno de acuerdos que afecten a la gestión diaria del Govern, como el traspaso de Rodalies (la red ferroviaria de cercanías): la voluntad de Sánchez es que se ejecute en la legislatura. El presidente del Gobierno también se ha mostrado abierto a estudiar algún tipo de pacto fiscal, sin entrar en detalles, en una política de distensión en la que propone avanzar en el autogobierno.
“Si los independentistas solo hablan de referéndum es muy difícil avanzar. [Nosotros] lo que estamos dispuestos es a hablar del refuerzo del autogobierno de Cataluña, de dotar de más competencias a un territorio como el catalán”, ha remarcado Sánchez en Rac1. “El independentismo vincula amnistía y referéndum. Ponemos el contador a cero con la amnistía, pero no la memoria. El referéndum es la propuesta de máximos del independentismo, pero desde el punto de vista material no cabe en la Constitución y no resuelve el problema político”, ha reiterado.
El presidente del Gobierno ha mostrado su satisfacción por que “se reconozca y rehabilite” a dirigentes políticos como Carles Puigdemont. “Hemos rehabilitado a líderes que han permanecido ajenos a la política”, ha dicho. Sánchez confirmó el martes a los periodistas, durante la copa de Navidad en La Moncloa, que se reunirá con Puigdemont y Oriol Junqueras “varias veces” durante la legislatura para “normalizar” la relación, y ya apuntó que las citas con el líder de Junts no se producirían hasta que no esté aprobada la amnistía. Un escenario que Sánchez ha confirmado hoy en público. “Lo lógico es que [el encuentro] sea después de la ley de amnistía, tanto con Puigdemont como con Oriol Junqueras. No tiene por qué ser inmediatamente después de que se publique en el BOE pero sí, lo razonable es que cuando el poder legislativo vote, se produzcan las reuniones”, ha enfatizado. Ese encuentro, por tanto, no se producirá previsiblemente antes de bien entrada la primavera. Una vez publicada la norma en el BOE, Puigdemont no será oficialmente un prófugo de la justicia de España, porque la orden nacional de detención decaería (aunque para la ejecución de la amnistía aún habría que esperar a la decisión de los jueces).
Sánchez ha sido tajante en su rechazo a que jueces a los que el independentismo acusa de lawfare o persecución judicial por motivos políticos puedan comparecer en el Parlamento, como demandan ERC y Junts. “No estamos de acuerdo y no procede que jueces vayan a las comisiones de investigación del Congreso”, ha zanjado, como ya señaló Félix Bolaños, el ministro de Presidencia, el martes tras el Consejo de Ministros. A lo que sí se ha mostrado abierto es a intentar que el traspaso de Rodalies a la Generalitat se complete en esta legislatura, pese a que el ministro de Transportes, Óscar Puente, declaró hace unos días que “va para largo” y que podría no cerrarse en estos cuatro años. “Intentaremos que sea [el traspaso] en esta legislatura”, ha dicho tras apuntar que los trabajos técnicos se van a poner en marcha, aunque ha reconocido que se trata de una labor “compleja”.
De lo que el líder socialista no ha dudado es de que los Presupuestos Generales del Estado para 2024, que el Gobierno espera aprobar en marzo, no peligran y los partidos independentistas no los tumbarán. “Necesitamos estabilidad en esta legislatura, porque la ciudadanía necesita respuestas a sus problemas sobre sanidad, educación, sobre la sequía, sobre el traspaso de Cercanías, con cosas que afectan al día a día. [Los independentistas] Harán un ejercicio de responsabilidad y estabilidad para el conjunto de los ciudadanos”, ha augurado.
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