La patronal catalana presiona a Puigdemont para que paralice la reducción de jornada de Yolanda Díaz

Cañete considera que la medida es «inasumible» para las pymes en los términos actuales, especialmente en un contexto económico agravado por la guerra arancelaria lanzada por Donald Trump desde Estados Unidos. En este encuentro, que ha tenido lugar en Waterloo (Bélgica), donde Puigdemont se encuentra huido de la Justicia española a la espera de que se aclare la amnistía por el referéndum del 1 de octubre. Pimec le ha trasladado la «profunda preocupación» de las pymes ante la actual propuesta de reducción de jornada, que ha calificado de «desconectada de la realidad empresarial y de las necesidades de nuestro país, con déficits claros en el mercado de trabajo«. Según el presidente de Pimec, la medida supondría «un incremento insostenible de los costes, especialmente para las microempresas y los sectores más afectados«.

El movimiento no es baladí porque sobre Junts se encuentran fijadas buena parte de las expectativas de Yolanda Díaz para que su proyecto estrella de esta legislatura salga adelante. Sin los siete votos de Junts, la ley de reducción de jornada no podría salir adelante. De hecho, la intención del Ejecutivo presidido por Pedro Sánchez era esperar a tener un acuerdo más cerrado con los independentistas exconvergentes, y no arriesgarse a otra derrota en el Congreso. Pero Díaz ha insistido en llevar la ley la próxima semana al Consejo de Ministros en un contexto de fricciones entre los socios de Gobierno por el incremento del gasto en defensa.

A la negociación colectiva

En este sentido, Cañete advierte que la entrada en vigor inmediata de la reducción de jornada, sin el aval de la negociación colectiva y sin tener en cuenta la dimensión empresarial, genera sobrecostes evidentes e inasumibles para las empresas de menor dimensión. También considera desproporcionado el incremento de las sanciones vinculadas al registro horario, así como las obligaciones relativas a la desconexión digital. A todo ello, se añade la carencia de mecanismos de flexibilidad en la gestión de la jornada, como la distribución irregular o las horas extraordinarias, lo que convierte la medida en un contrasentido.

El presidente de Pimec ha añadido que esta medida, así como su proceso de negociación, evidencian un «fracaso del diálogo social estatal» y ha reclamado que la cuestión se trate de forma global, abordando acciones orientadas a la mejora del trabajo, la competitividad empresarial y, como consecuencia, el tiempo de trabajo. Para ello, «es necesario impulsar medidas para reducir el absentismo laboral, mejorar la productividad y fomentar la formación y la capacitación profesional».

El encuentro con Puigdemont es solo el primero de los que la patronal catalana de pymes realizará en los próximos días con los principales partidos políticos con representación en el Congreso para articular un «frente común» contra una propuesta que considera que no mejora la economía productiva.