Escándalo en Francia por el estado de salud de Dominique Pélicot, el hombre que drogó a su mujer para que la violaran otros hombres

El proceso que juzga a Dominique Pélicot, acusado de haber drogado a su mujer durante 10 años para que la violaran al menos 50 hombres, también encausados, empieza a tornar en escándalo. Ya no por la gravedad de los hechos, sino porque Pélicot ha vuelto a ausentarse este lunes del juicio por un cálculo en la vesícula y una infección renal y no se sabe cuando podrá declarar. Debía haberlo hecho la semana pasada. Lleva ausente varios días y, a pesar de que es el principal encausado, no ha sido hospitalizado, no se ha tenido un diagnóstico claro de lo que le pasaba y no ha sido tratado hasta el sábado, "ocho días después de que comenzaran sus dolores, estoy estupefacta", ha denunciado su abogada, Beatrice Zavarro.

Se trata del principal acusado del mayor caso de violencia sexual que hay en Francia en décadas y los abogados de ambas partes denuncian una negligencia y hablan de una "situación anormal" que roza "el escándalo". Si él no declara, no podrán hacerlo los otros 50 hombres acusados de violar a su mujer, Giséle Pélicot, de 70 años. Dominique Pélicot debería haber declarado la semana pasada. El juicio, que empezó hace dos semanas y debería acabar en diciembre, ya lleva una semana de retraso y, si continúan los problemas, podría posponerse al año que viene.

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"Estamos hablando de un gran proceso, que atrae el interés internacional, si hay que aplazarlo esto supondría empezar de cero", ha denunciado uno de los abogados de Gisèle Pélicot, Antoine Camus. "Hemos necesitado una semana para saber qué le pasaba. Y ahora sabemos que no se le han dado los medicamentos que se le habían prescrito porque no están en stock. Llevamos una semana perdida sin que sepamos si el proceso puede continuar a no", ha dicho Stéphane Babonneau.

La secuencia, que roza el surrealismo, es la siguiente: Pélicot se ausentó el lunes porque se encontraba mal, el martes no pudo declarar, como estaba previsto, porque tenía dolores, pero no se concretó qué le ocurría exactamente. El presidente del tribunal, Roger Arana, pidió un experto judicial que lo examinara. Se supone que lo hizo y ese mismo día, según este experto, se dijo que Pélicot sí estaba en condiciones de comparecer en el tribunal. El miércoles apareció en el tribunal a primera hora, pero apenas podía tenerse en pie y se marchó.

El jueves ya no compareció y se tuvo que suspender la sesión del viernes y también la de este lunes. Los abogados de ambas partes llevan días advirtiendo que sin Pélicot el juicio no puede continuar. Hasta hoy no se ha concretado qué tenía, su abogada denuncia que, a pesar de la gravedad de su estado, no está hospitalizado, sino en la cárcel, y que no ha recibido un tratamiento médico para su dolencia hasta este sábado, "varios días después".

Hablamos del protagonista del mayor escándalo de violencia sexual en décadas en Francia. De él dependen los otros 50 implicados en el proceso. El abogado de varios de los acusados, Patrick Gontard, ha dicho que, si esto se prolonga, va a pedir la puesta en libertad de sus defendidos.

El presidente del tribunal ha encargado que dos expertos colegiados examinen al acusado y entreguen un informe sobre su estado de salud esta tarde y mañana se decidirá cuántos días se suspenden las audiencias, porque parece improbable que Pélicot esté en condiciones de declarar mañana o pasado. "Con el informe de los expertos tomaremos las decisiones sobre la continuación del proceso", ha dicho el presidente. "Este dijo la semana pasada que la suspensión del proceso sería una catástrofe".

"La situación es anormal. Hace una semana que nos preguntamos cada día sobre su estado de salud y la capacidad de venir a este juicio. Es intolerable e insoportable. Si no puede venir, estaremos en una situación que calificaremos de escandalo", ha repetido Babonneau.

"Desde hace días somos rehenes de una situación que se tendría que haber resuelto, sobre todo cuando hay centenares de personas implicadas en este proceso", ha denunciado la abogada de Pélicot.