Comienza un episodio invernal descafeinado respecto a las previsiones iniciales

Un temporal con apenas cinco avisos por frío y seis por nieve, todos estos últimos amarillos, el nivel más bajo. Esto es lo que comienza este martes en España, un episodio invernal de poca monta que hasta el domingo iba a ser de crudo invierno. La situación tenía todos los componentes para convertirse una gran nevada, pero también un grado de predicibilidad muy baja, al entrar en juego una dana (acrónimo de depresión aislada en niveles altos, es decir, un embolsamiento de aire en capas altas de la atmósfera), uno de los fenómenos más complejos de pronosticar. Al final, la posible primera gran nevada del año que apuntaban hasta el domingo los modelos ha sido descafeinada por la realidad y se ha quedado en poca cosa, “una nevadita” en palabras del portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que afectará sobre todo al cuadrante noreste peninsular, donde se lo espera como agua de mayo para aliviar la sequía.

El episodio arranca este martes con avisos por bajas temperaturas en Cataluña, Aragón, Baleares, Navarra y País Vasco, de los cuales solo uno, el primero, es naranja o riesgo importante, el segundo de una escala de tres, por temperaturas mínimas de -10° en el Valle de Arán de Lleida. El resto, amarillos, el mínimo.

El tiempo de este martes, detalla Torres, quedará definido por el acercamiento de la dana por el norte peninsular y por una borrasca en el suroeste que dejará “cielos en general muy nubosos, con precipitaciones en la mitad sur y en el noroeste. En el suroeste andaluz, las precipitaciones serán intensas y con tormentas ocasionales y fuertes en el entorno del Estrecho”. No se descarta que se puedan producir nevadas en la meseta norte, este de la meseta sur, en el macizo central ibérico y serán muy probables en la cordillera Cantábrica a 500/700 metros subiendo de 1.200 y 1.600 y en las sierras del sudeste de 500 a 700 subiendo de 1.200 a 1.800.

Las temperaturas máximas irán en descenso en todo el Mediterráneo, el noreste y el Cantábrico y en aumento en el centro. Las mínimas irán en descenso en Baleares y el tercio norte, con heladas débiles en el interior y en la mitad norte, en el este y en los sistemas montañosos. El viento soplará del este con intervalos fuertes en la cordillera Cantábrica, en el macizo cantábrico y en Galicia, mientras que soplará la componente norte en el Ampurdán, bajo Ebro y Baleares.

El miércoles es el día clave, pero parece descartado que se vaya a producir un choque entre la dana y la borrasca, una situación que se habría traducido en una gran nevada a cotas relativamente bajas. Desde el lunes, el “escenario más probable es que ambas estructuras no lleguen a interaccionar y que sea la dana la principal causante de las precipitaciones”.

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El problema es que son los fenómenos más complejos de pronosticar junto con las tormentas porque se mueven rápido y de forma errática y aleatoria y un mínimo cambio en su posición altera totalmente el escenario previsto.
“Hay una alta incertidumbre respecto a la cota de nieve y a la intensidad de las precipitaciones debido a la incertidumbre asociada a la posición de la dana”, advierte la agencia. Para este día, hay de momento avisos por nieve, todos amarillos, en Aragón, Castilla y León, Cataluña, Navarra y País Vasco, por acumulados de nieve que van desde los 10 centímetros a los dos.

El jueves, las precipitaciones quedarían acotadas al área Mediterránea y a la cordillera Cantábrica. “Serían intensas en Baleares, con baja probabilidad de que también lo sean en los litorales de Cataluña y de Comunidad Valenciana”, detalla Aemet. Respecto a la nieve, “la incertidumbre es muy elevada”, pero “el escenario más probable es que sean de menor intensidad y en las mismas zonas que en el día anterior”, aunque se pueden extender a la mitad oeste de Cataluña e interior de la Comunidad Valenciana. La cota caería hasta los 300-700 metros. “Aunque es poco probable, algunos escenarios apuntan a nevadas copiosas a cualquier cota en el valle del Ebro”, añade la agencia. De los avisos por nieve, solo seguirá activo el que afecta a Cataluña. En cuanto a las temperaturas, las máximas y las mínimas “bajarán de forma significativa”, con heladas en toda la mitad norte, la mitad oriental de Castilla-La Mancha y el oriente de Andalucía.

Y ya el viernes, remiten las precipitaciones, que a primeras horas “podrían continuar, aunque en menor intensidad” e irán perdiendo fuelle con el paso de las horas. Pero no lo hará el frío, de hecho será “el día más gélido” de la semana, con heladas muy fuertes en los Pirineos, fuertes en los sistemas montanos y sus aledaños, en la meseta norte, Castilla y León y Aragón, salvo la zona baja del Ebro. “Las heladas generalizadas durarán hasta la semana que viene”, concluye Torres.