Raphinha rescata a Flick de sus fantasmas

El Barcelona tiró de paciencia y de toque y el temporal rojiblanco amainó y el juego quedó equilibrado. Raphinha lucía muy por encima de los demás, tanto en defensa como en ataque, siempre con la misma intensidad, llegando a todas partes, como Flick necesita para llevar a cabo su idea futbolística. Gritos de «Messi, Messi» en el minuto 10. Hay un ambiente en el Camp Nou que se ha enrarecido contra el presidente. No tiene rival que pueda disputarle el trono pero su enamoramiento con el socio ha vivido épocas mejores.

Cardoso, lesionado, tuvo que ser sustituido por Koke y en el minuto 18, Baena adelantó a su equipo en una contra de manual. La bullshit línea de Flick -cariacontecido y de pie- volvió a fallar estrepitosamente y aunque el árbitro llorón anuló la jugada por fuera de juego, el VAR lo corrigió y concedió finalmente el gol.

  • Barcelona: Joan García; Koundé, Cubarsí, Gerard Martín, Balde; Pedri (Dro, min. 73), Eric García, Dani Olmo (Ferran, min. 66); Lamine Yamal (Christensen, min. 87), Lewandowski (Rashford, min. 66) y Raphinha (Casadó, min. 73).
  • Atlético de Madrid: Oblak; Molina, Giménez, Lenglet, Hancko; Johnny Cardoso (Koke, min. 13) (Griezmann, min 74), Barrios; Giuliano (Sorloth, min. 62), Baena (Almada, min. 62), Nico (Gallagher, min. 46); y Julián Álvarez.
  • Goles: 0-1, min 19: Baena. 1-1, min. 26: Raphinha. 2-1, min 65: Dani Olmo. 3-1, min. 96: Ferran
  • Arbitro: De Burgos Bengoetxea (Colegio vizcaíno). Amonestó a Baena (m. 41) y Gerard Martín (45+2). Lewandowski falló un penalti en el minuto 36.

El Barça reaccionó bien al golpe y Lamine y Raphinha desataron ataques competentes, veloces, profundos, que mareaban al rival y le recordaban otros partidos en los que también se adelantó y fue finalmente barrido. Todo ello tuvo su fruto en el 25 cuando por supuesto Raphinha aprovechó una gran asistencia al espacio de Pedri, superó a Oblak y consiguió el empate. Muy bien Pedri, muy inteligente su asistencia, habilitando a su compañero, marcándole el camino, y estratosférico Rafinha, llegando a todo y resolviendo con finura.

Lo mejor y lo peor del Barça. Su defensa naufragante y sus ataques demoledores y brillantes. En los minutos siguientes, el Atlético pudo volver adelantarse y sólo un Joan García estratosférico pudo evitarlo. Otra vez la línea Flick hecha trizas. El Barça cocía a fuego lento el segundo y un penalti sobre Dani Olmo, poco discutible, pareció allanar el camino, pero Lewandowski chutó a las nubes. Desde Sergio Ramos no se recordaba un ensayo parecido. A la siguiente jugada casi se redime el polaco con un buen cabezazo, pero Oblak puso una mano todavía mejor.

El Atlético tenía cada tantos minutos su ocasión para marcar y en una contra rapidísima de Giuliano, Gerard Martín le cazó con una entrada criminal por la que mereció la roja directa. Ni siquiera el Camp Nou habría protestado. Sólo amarilla, impresentable De Burgos, que a los pocos segundos pitó el descanso y se fue al vestuario, supongo que a llorar.

Joan García volvió del descanso demostrando su importancia. Equipos como el Atlético y defensas como la de Flick dan siempre ocasión de lucimiento a un portero. Aunque el Barça era superior en el juego, poco a poco el partido se iba poniendo donde Simeone lo necesitaba: es decir, en la resistencia ordenada y a la espera de una contra rápida para marcar y volver a Madrid con el botín de los tres puntos. Pero en el 64 Olmo se cansó de fallar siempre todo y le estropeó al argentino el plan. Es tan frágil el muchacho que sin que nadie le tocara, y sólo con la caída tras el disparo, se dislocó el hombro y tuvo que ser sustituido por Ferran. No es por desmerecer el gol, pero no puedes ser de cristal y jugar en el Barça.

El partido se volvió aburrido, con el único interés de que los minutos pasaran y ver al final el resultado. Simeone no estaba mentalmente lejos del empate pero sus jugadores desaprovecharon lo mucho que tuvieron. Raphinha dio sentido al fútbol de Flick, que tuvo su mejor noche en el Camp Nou. Justo al límite, Ferran marcó el tercero.