El 99% de la población en este país son musulmanes. Los cristianos son aproximadamente el 0,2%, de los que los católicos son menos de la mitad. «En cuanto a números, se puede decir que hay unos 100.000 bautizados en el país, de los que unos 35.000 son católicos, pero son cifras muy aproximadas», explica a ABC un portavoz de la Iglesia católica en Turquía, el sacerdote Claudio Monge. «El perfil de los católicos está cambiando mucho. Pienso que la mitad son turcos, y la otra mitad emigrantes», apunta Monge.
En la misa de León había unas 4.000 personas, cuatro veces más que en las que celebraron en este país sus predecesores Benedicto en 2006 y Francisco en 2014. Entonces las misas tuvieron lugar en la catedral del Espíritu Santo, y esta vez en un pabellón deportivo. La mayoría de los peregrinos eran católicos, pero también había representantes de Iglesias cristianas e incluso musulmanes que colaboran con instituciones católicas o tienen familia católica. También había varias familias españolas, militares residentes en la base de la OTAN de Izmir.
Encuentro entre las iglesias cristianas
La ceremonia ha incluido elementos de otras tradiciones cristianas de la ciudad, como un coro de la Iglesia apostólica armenia, que ha recibido al Papa, y la presencia de representantes de las Iglesias ortodoxa y protestantes en primera fila, como gesto de cortesía. Como simbólico legado de esta visita, el Papa ha encargado a los católicos que sean artífices «de paz, de unidad y de reconciliación» y «cuiden, refuercen y amplíen puentes» dentro de la propia Iglesia, con los otros cristianos en este país y con los musulmanes. Aparte de las relaciones con musulmanes y el ecumenismo con el resto de cristianos, la unidad de puertas adentro no es tan sencilla como parece pues «dentro de esta Iglesia están presentes cuatro tradiciones litúrgicas diferentes, la latina, la armenia, la caldea y la siríaca», lo que es fuente también de malentendidos y celos entre comunidades.
Precisamente durante un encuentro a puerta cerrada que había mantenido este sábado con los líderes de las Iglesias cristianas, ha marcado el año 2033 como una fecha importante para dar pasos importantes de unidad entre cristianos por el 2000 aniversario de la Resurrección de Cristo. «El Papa les ha invitado a recorrer juntos el camino espiritual que conduce al Jubileo de la Redención en el año 2033, en la perspectiva de regresar a Jerusalén, al Cenáculo, lugar de la Última Cena de Jesús con sus discípulos, un viaje que lleve a la plena unidad», ha asegurado el portavoz. Una nueva meta para continuar el impulso que tomaron conmemorando juntos los 1.700 años del Credo de Nicea.