Estos enclaves ofrecen al visitante experiencias turísticas únicas que combina alojamientos, museos, bodegas, patrimonio, gastronomía, visitas a productores artesanos (queserías, almazaras, obradores…) y naturaleza. Una opción que cada año atrae a más visitantes: 3.036.878 de personas disfrutaron de este tipo de turismo en 2024, un 2,2% más que el año anterior, según el Informe de Visitas a Bodegas y Museos de Rutas del Vino de España. Sólo Castilla y León recibió el pasado año a 624.460 visitantes, un 3,8 % más que en 2023.
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Arlanza
Al sur de Burgos y al este de Palencia, se encuentra la Ruta del Vino Arlanza que recorre tierras de ambas provincias de Castilla y León. Más de 450 hectáreas de viñedo, situados entre los valles medio y alto del Arlanza, la sierra de Covarrubias y los páramos del Cerrato, amparados por la Denominación de Origen Vitivinícola Arlanza.
A la hora de descubrir este lugar, no te puedes perder los barrios de bodegas, recuerdo de una tradición vitivinícola que se remonta al siglo VII y, además, declaradas BIC en los municipios de Baltanás, donde se encuentra el Museo del Cerrato Castellano, que explica el patrimonio artístico, cultural, histórico y paisajístico de la zona; y Torquemada, cuyo museo reproduce una gran casa solariega que te hará viajar al pasado.
Imprescindibles son también el Monasterio de Santo Domingo de Silos, los restos de San Pedro de Arlanza y el desfiladero de la Yecla, que forma parte del Parque Natural Sabinares de Arlanza-La Yecla.
La gastronomía local se basa principalmente en productos procedentes de la matanza del cerdo y los típicos estofados de liebre, conejo, perdiz y pichón, aderezados con especias de la zona como el tomillo, la salvia o el espliego. Eso sí, no te marches sin saborear el producto estrella: el lechazo.
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Arribes
Situada entre Salamanca y Zamora, en la frontera con Portugal, esta ruta cuenta con más de 150 km de cañones fluviales de los que toma su nombre Arribes, derivación etimológica del latín 'adripa-ae' que significa 'a la orilla', es decir, a la orilla del Duero y sus afluentes.
Se trata de una ruta de enorme belleza ubicada en el espacio natural Arribes del Duero, declarado Parque Natural, dentro de la Reserva de la Biosfera Meseta Ibérica de la UNESCO, una visita obligada. Aquí, puedes descubrir cascadas de 50 metros de altura de enorme belleza e innumerables construcciones arquitectónicas vinculadas al desarrollo agrario de la zona, como las viviendas tradicionales con sus portaladas, los lagares rupestres, los innumerables guardaviñas, los cigüeños de los huertos y las típicas paredes de mampostería seca.
Viajar en barco por el río Duero, visitar el conjunto histórico de San Felices de los Gallegos y pueblos como Villarino de los Aires, Fermoselle, Fariza y Formariz son otros de los imprescindibles.
Siete son las bodegas asociadas a esta ruta entre las que se encuentran bodegas del siglo XII enclavadas en la roca, modernas y microbodegas de elaboradores independientes, actividades de senderismo, avistamiento de aves y cruceros en barco por aguas internacionales del río Duero, talleres de alfarería, visitas a olivares y cata de aceite, catas de queso y mermeladas artesanas.
Muy recomendables son los hornazos típicos y los embutidos de la zona, el bacalao y el pulpo con patatas. Los amantes de la carne no pueden perderse la ternera sayaguesa y la morucha y el cordero criado en la zona. Como postre, los periquillos, las perronillas, las mermeladas y los quesos D.O.
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Bierzo
En la comarca del Bierzo, al oeste de León, rodeada de valles que limitan con Galicia y Asturias y a lo largo del Camino de Santiago, las villas y pueblos de la Ruta del Vino Bierzo acumulan un extenso patrimonio cultural, natural, arqueológico y artístico.
En esta zona se producen diferentes tipos de uva de gran calidad, adaptadas a las características propias de los distintos tipos de suelos. La Mencía para los tintos y el Godello para los blancos son las variedades principales. Ambas son autóctonas. La Mencía es la variedad estrella y la que dota a los vinos del Bierzo de una personalidad única. Representa aproximadamente el 75% de la producción de uva calificada. Fue plantada durante la dominación romana. El Godello, fundamental utilizada en la elaboración de los blancos, aumenta paulatinamente su producción y nos regala vinos con más cuerpo que otras variedades blancas.
El Bierzo forma parte del Camino de Santiago y, entre sus principales destinos, no puedes perderte Las Médulas, Patrimonio Mundial; la Reserva de la Biosfera de los Ancares Leoneses; las villas medievales como Molinaseca, Ponferrada o Villafranca del Bierzo; y los monasterios y ermitas que salpican la comarca y que forman parte de su patrimonio cultural y natural, como la iglesia de Santiago de Peñalba o el monasterio de Santa María de Carracedelo, declarado uno de los pueblos más bonitos de España.
En cuanto a su gastronomía, la comarca cuenta con ocho figuras de calidad, siete alimentarias y la D.O.P. Bierzo. El producto más típico es el botillo, seguido de los pimientos asados, las castañas, la manzana reineta, la pera conferencia, la cereza y la miel. Con todos ellos se elaboran los platos típicos de la gastronomía local.
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Cigales
Ubicada en el Bajo Pisuerga y en el centro de Castilla y León, la cercanía a Valladolid (4 km) y su aeropuerto (8 km), a Palencia (12 km), y a la autovía A-62, convierte a la Ruta del Vino Cigales en un destino atractivo para realizar enoturismo de calidad.
El Canal de Castilla es un recurso enoturístico incluido en la red ciclista europea EuroVelo 1. El vino ha estado vinculado al canal desde su construcción en el siglo XVIII. De hecho, en la actualidad, viñedos de diversas bodegas están regados por su agua lo que convierte a la D.O. Cigales en 'el vino del canal'.
No te puedes perder los Castillos del Vino (el Museo del Castillo de Fuensaldaña y el Castillo Encantado de Trigueros del Valle) y bajar a una de las más de 1.200 bodegas tradicionales existentes; los monasterios de Santa María de Palazuelos y San Isidro de Dueñas, la catedral del vino en Cigales o el Conjunto Histórico de Dueñas. Si buscas riqueza paisajística, tienes que perderte en las riberas del Pisuerga o en los cerros de Valoria la Buena.
En cuanto a su gastronomía, el lechazo asado castellano, la morcilla de Cigales, la miel de Valoria la Buena o el queso de Mucientes harán de este viaje un recuerdo inolvidable.
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Ribera del Duero
La Ribera del Duero se extiende a lo largo de 115 km de este a oeste y 35 km de norte a sur en Castilla y León. Burgos, Soria, Segovia y Valladolid forman parte del proyecto turístico Ruta del Vino Ribera del Duero para impulsar el desarrollo de la Comunidad como destino enoturístico de primer orden.
La D.O. Ribera del Duero cuenta con 27.253 hectáreas de viñedo plantado, donde operan más de 7419 viticultores y cerca de 316 bodegas, que producen unos 81 millones de litros de vino al año, el 50 % del vino que se comercializa bajo alguna de las denominaciones de origen de Castilla y León. Gracias a años de esfuerzo y colaboración, la Ruta del Vino Ribera del Duero se ha consolidado como uno de los itinerarios vitivinícolas más visitados de España: ocupa la tercera posición en el ranking nacional, solo por detrás de Jerez y Rioja Alta.
De aquí, no puedes irte sin visitar el Museo Provincial del Vino de Peñafiel, el Monasterio de Santa María de Valbuena o el Castillo de Peñaranda. Disfruta también del avistamiento de aves en el Parque Natural Hoces del Río Riaza, de enoterapia y de actividades de ocio como un circuito de velocidad. Y descubre en tren turístico la explotación del cultivo de manzana más grande de Europa.
En cuanto a su gastronomía, destacan el cordero lechal (o lechazo), la morcilla, chorizo, queso, setas,sopa castellana, chuletillas de cordero, selectas carnes de caza, torta de aceite, empiñonados, hojaldres y yemas.
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Rueda
En pleno corazón de Castilla, donde el Duero se extiende por campos de cereal y verdes viñedos, la Ruta del Vino de Rueda supone un viaje al pasado pues la historia ha dejado un importante legado patrimonial en la ruta.
A su paso se encuentran antiguos templos mudéjares, góticos y barrocos, conventos y monasterios o los castillos fortaleza, como el imponente castillo de la Mota en Medina del Campo, que evidencian la importancia política y económica de la zona en épocas anteriores.
La tradición vinícola también ha dejado vestigios de suma importancia: las antiguas bodegas de laberínticos túneles intactos desde la Edad Media. Una huella valiosísima de la cultura vinícola bajo nuestros pies desde el siglo XI. Este patrimonio subterráneo se complementa a la perfección con las bodegas modernas de edificios vanguardistas, donde la tecnología se pone al servicio del vino
Un paseo a caballo entre viñedos de verdejo para respirar la esencia del territorio resulta fundamental para descubrir la zona. Déjate sorprender por las garzas reales del Parque Natural Las Riberas de Castronuño o por el patrimonio oculto en sus bodegas subterráneas y monumentos. El inmenso patrimonio histórico que se esconde en centenares de bodegas subterráneas con sus laberínticas galerías medievales, en los 46 monumentos declarados Bien de Interés Cultural o en las villas de Madrigal de las Altas Torres, Rueda o Tordesillas, declaradas Conjunto Histórico-Artístico.
El lechazo asado en horno de leña, o perfumado con el sutil aroma del sarmiento, es el emblema de una cocina que honra sus raíces. Además quesos artesanos, panes de masa madre y dulces ancestrales revelan la memoria viva de un territorio único.
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Sierra de Francia
Situada en Castilla y León, al suroeste de Salamanca y amparada por la D.O.P. Sierra de Salamanca, posee una cultura del vino milenaria como atestiguan sus viñedos situados en bancales datados entre los más antiguos de España y los múltiples lagares rupestres que encontramos en todo el territorio.
La Ruta del Vino Sierra de Francia cuenta con la variedad autóctona de uva Rufete, cultivada desde hace siglos en bancales ganados a la montaña de una forma sostenible.
La zona cuenta con una gran concentración patrimonial visible en varios municipios declarados conjuntos históricos: Miranda del Castañar, Mogarraz, Montemayor del Río, San Martín del Castañar, Sequeros y Villanueva del Conde.
No te puedes perder los Caminos de Arte en la naturaleza, los Senderos del Alagón, dentro de la Reserva de la Biosfera Sierras de Béjar y Francia y el Parque Natural de las Batuecas-Sierra de Francia. Todo ello amenizado de platos típicos como las patatas meneadas, el cabrito guisado, el hornazo o dulces tradicionales como las perrunillas o los sacatrapos.
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Toro
La comarca de la Denominación de Origen Toro abarca diecisiete términos municipales entre el sureste de Zamora y el suroeste de Valladolid. Cuenta con relieves suaves y ondulados y superficie caliza que permiten junto con el clima, que su uva la Tinta de Toro sea su mayor seña de identidad.
Entre sus lugares más emblemáticos, se encuentran la Colegiata de Santa María la Mayor en Toro, quizá considerada como uno de los monumentos medievales más importantes de España; el Pórtico de la Majestad o el Museo del Vino Pagos del Rey en Morales de Toro, que recoge la historia de sus vinos.
En cuanto a su gastronomía, aquí podrás degustar una manera distinta de comer el arroz en su versión a la zamorana. Sus garbanzos, sopas de ajo o quesos de leche de oveja son los platos y productos que han de probar.
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Zamora
Enclavado en el área de influencia del Río Duero, y en torno a la Vía de la Plata, se extiende entre cuarenta y seis municipios de Zamora y diez municipios de Salamanca.
El vino da nombre a este territorio donde el cultivo de la vid fue, hasta bien entrado el siglo XX, el principal sustento de la economía rural. La zona cuenta también con diferentes manifestaciones del arte, desde el Románico del siglo XI hasta el Modernismo del siglo XX, bodegas tradicionales de elaboración de vino que aún hoy conservan la utilidad para la que fueron planteadas,así como un paisaje tradicional castellano y leonés, que combina los campos de cereal con los centenarios viñedos de la Tierra del Vino.
Por todo ello, es imprescindible descubrir en la capital sus edificios, que van desde el Románico de los siglos XI y XII hasta el modernismo del siglo XX. A ello, se le suma la oferta de arte urbano.
Por la comarca transcurre también parte de la Vía de la Plata, importante enclave de comunicación construido en la época romana para enlazar el sur de la Península con la zona norte. Esta ruta incluye a muchos de los municipios de la comarca como Cubo de Tierra del Vino, Villanueva de Campeán, Entrala, Corrales del Vino o la propia ciudad de Zamora.
En cuanto a su gastronomía, podrás comer alimentos básicos como el pan, exquisitos dulces tradicionales, quesos y embutidos, y legumbres como el garbanzo de Fuentesaúco. Todos ellos certificados con Marcas de Garantía, Indicaciones Geográficas Protegidas y Denominaciones de Origen.