«Cuando se implanta un cribado es necesario que haya un número suficiente de especialistas para llevarlo a cabo y que esté organizado de manera adecuada«, expone José Carmelo Albillos, presidente de la Sociedad Española de Radiología Médica (Seram). Sobre lo primero, explica, las sociedades científicas llevan años avisando de la falta de radiólogos, problema que no se da solo en España, sino también a nivel europeo. »Hay un déficit general de radiólogos que no solo afecta a los cribado, también al resto de áreas a las que nos dedicamos«, sostiene.
El aumento en la actividad agrava esta situación, pues los cribados, sobre todo el de mama que es el que les compete fundamentalmente, abarcan a más población que hace unos años «y esto lógicamente consume una serie de recursos» sin que se haya aumentado el número de profesionales, apunta el presidente de los radiólogos. Además, actualmente hay un proyecto piloto para implantar también el programa de detección del cáncer de pulmón, de manera que cuando se extienda, si no se contrata a más especialistas, el problema irá a más.
La falta de datos es otro de los problemas que impiden conocer la realidad del cáncer en España. Precisamente este martes la directora general de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), Isabel Orbe, denunciaba en rueda de prensa la ausencia de datos públicos sobre cáncer, empezando por los cribados. «La falta de datos impide cuidar y proteger a la población española de manera adecuada, así como corregir las inequidades que provoca la enfermedad», decía. Lo suscribe José Carmelo Albillos: «No hay ningún repositorio donde las comunidades podamos consultar estos datos».
En el caso de Castilla-La Mancha, el programa de prevención de cáncer se había adjudicado a un centro privado. El presidente de los radiólogos cree que la gestión privada en sí no conlleva riesgos «si se hace bien». «Eso no quita que nosotros creamos que el cribado tenga que estar dentro del proceso asistencial normal, que dentro de los hospitales públicos hagamos el cribado, todas las pruebas derivadas del cribado de cara al diagnóstico y seguir luego el tratamiento dentro de las mismas unidades», apunta Albillos.
En la sanidad privada
Y aunque señala que la escasez de profesionales es similar en la sanidad pública y en la privada, esta última atrae en los últimos años a más profesionales jóvenes «por cuestiones como mejor flexibilidad de horarios o mayor capacidad de conciliación» frente a un sistema público con una carga asistencial al alza.
No hay soluciones «mágicas» para que no se produzcan fallos en los programas de prevención, pero sí dos aspectos, considera, que las comunidades autónomas deben tener presentes a la hora de llevar a cabo estos cribados: «Primero cada comunidad debe tener claro, y debe ser público, cuál es el cribado que se hace y cuál es el proceso que se sigue. Y luego asegurarse de que exista de que exista un número suficiente de profesionales para llevarlo a cabo».