Al menos 52 muertos por la explosión de un camión cisterna con combustible en Nigeria
Chocó contra otro vehículo que transportaba tanto viajeros como ganado, provocado además la muerte de 50 vacas que quedaron calcinadas
El incendio de Line comenzó el pasado jueves en la base de las montañas del Condado de San Bernandino, al sur de California. Hasta la mañana del domingo, había arrasado 17.237 acres, lo que equivale a unas 6.975 hectáreas. Tras su rápida expansión, las autoridades han emitido una orden de evacuación obligatoria para los residentes de la zona, alrededor de 10.000 personas.
Al menos unas 4.500 familias se han sido obligadas a desplazarse por el fuego en las áreas de Running Springs y Arrowbear Lake, según informa el sheriff del condado al medio CNN. El incendio ha cuadriplicado su tamaño en cuestión de 14 horas, desde la noche del viernes hasta la noche del sábado. Para la madrugada del domingo, los servicios de emergencia no habían podido controlarlo.
A través de un comunicado emitido el pasado sábado, El gobernador de California, Gavin Newsom, proclamó el estado de emergencia para el condado de San Bernardino y aseguró la asistencia de Agencia Federal de Gestión de Emergencias en los servicios y recursos necesarios.
A medida que las llamas avanzan, el incendio ha creado su propio clima en forma de pyrocumulus. Los pyrocumulus son nubes que provocan vientos erráticos y empujan el fuego, un fenómeno común en los incendios forestales. Este tipo de nubes dificulta el trabajó de los bomberos en apagar el fuego y pueden tener un alcance de hasta 15.240 metros. Las nubes pueden generar sus propias tormentas ocasionando lluvias y truenos. Hasta la madrugada del domingo, el incendio de Line ha puesto en peligro unas 35.000 estructuras, incluyendo edificios comerciales y viviendas.
Por las condiciones climáticas, se espera que las autoridades continúen luchando con las llamas los próximos días. El humo, además del calor y la sequedad de la zona, ha dificultado la entrada de aviones y limitado el acceso de ayudas dentro de la zona. Las temperaturas al sur de California oscilan entre los 95 y los 105 grados, y también se ha emitido una alerta por la baja calidad del aire.