Pogacar también es el mejor contra el reloj en Peyragudes

La carretera pirenaica entre Loudenvielle y Peyragudes, de casi once kilómetros, presentaba una ascensión bastante regular hasta el tramo final, con una recta de meta (al 13 %) de aspecto bastante aterrador pese al color y al calor de la afición. Pogacar marcó el mejor tiempo desde el comienzo, con Vingegaard segundo y Roglic tercero. El veterano esloveno dejó por fin pruebas de su enorme clase, aunque se tratase de un esfuerzo corto. Remco Evenepoel, menos favorito que en todas las demás pruebas contrarreloj por no tratarse de un escalador, tuvo una muy mala tarde y pagó el peaje adicional de verse doblador por el danés.

Hay que destacar nuevamente el rendimiento de Lipowitz, un ciclista en claro crecimiento y despojado y de cualquier responsabilidad ante su relajado (¿o apático?) líder, que se sitúa muy cerca del podio.

El mejor español clasificado fue Carlos Rodríguez (13º). Tanto él como Enric Mas (16º), grises desde el primer día, cumplieron con dignidad.

Luke Plapp, campeón australiano contra el reloj, demostró sobradamente su competencia en la modalidad y marcó muy pronto un mejor tiempo provisional (24:58) que le conferiría el privilegio de sentarse en la 'silla caliente' durante casi tres horas, hasta que salieron los favoritos. Jorgenson se quedó a cuatro segundos; fue Roglic el primero en desplazarle del asiento televisivo con un tiempo espectacular que tampoco serviría para ganar la etapa.

Aparte de los líderes, Adam Yates y Lenny Martinez habían sido las principales excepciones en el grueso de un pelotón que, mayoritariamente, reservó energía para el encadenamiento montañoso envenenado del sábado: Tourmalet, Aspin, Peyresourde y Supernagnères, una etapa favorable para la victoria de un fugado y con una meta particularmente atractiva: esa montaña no la sube el Tour desde 1989, cuando atestiguó uno de los grandes ataques de 'Perico' Delgado en los Pirineos. Sólo tres años antes sus cuestas decretaron el ocaso competitivo de Bernard Hinault (todavía vestido de amarillo) en una legendaria etapa contra Greg Lemond, a la postre vencedor de esa edición.

La sensación general después de la cronoescalada agilísima de 'Pogi' es que el líder acabará definitivamente con las esperanzas de esa mayoría que quiere pelea hasta el último día, aunque estén observando en vivo, quizá, al mejor ciclista de la historia. La de Peyragudes es, a los 26 años, su victoria número 30 en una gran vuelta.