Macron advierte: "Europa es mortal, puede morir"

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha dibujado un panorama de gran incertidumbre y desafíos para Europa en uno de los escenarios más simbólicos de París: el anfiteatro de la Universidad de la Sorbona, rodeado de las estatuas de ilustres como Richelieu, Descartes o Pascal. Durante hora y media, Macron ha esbozado cómo ve el futuro de Europa en las próximas décadas y ha advertido del cambio de paradigma en el mundo, de que las reglas del juego se han transformado y que, como consecuencia, "Europa es mortal, puede morir".

En 2017, recién elegido, ya realizó un discurso en la Sorbona en el que defendió una Europa soberana. Esta vez ha elegido el mismo enclave para defender los mismos valores, pero en un contexto mundial más convulso: con la guerra rusa en Ucrania y el conflicto en Israel, la amenaza de Rusia en una Europa que vuelve a rearmarse tras décadas de paz. Hay riesgo de que Donald Trump vuelva a ganar en Estados Unidos y estamos a las puertas de unas elecciones europeas donde, según los sondeos, va a ganar de largo la ultraderecha de Marine Le Pen.

Este es el escenario. El presidente francés ha advertido de la necesidad de lograr una Europa "más soberana y más unida", menos dependiente, para poder hacer frente a estos los desafíos de un mundo que ya no es el de hace unos años. Ha citado a Paul Valéry, que tras la Segunda Guerra Mundial dijo que el mundo sabía ya que las civilizaciones eran mortales, para insistir en que Europa "puede morir", se ve amenazada. A pesar de todos los logros que ha hecho, "hay que tener lucidez para reconocer que no hemos ganado la batalla", ha dicho. "No estamos a la altura porque las reglas del juego han cambiado".

Ha advertido del profundo cambio de paradigma mundial en el plano industrial, el militar, el económico o el cultural. Ha hablado de la necesidad de repensar el modelo de crecimiento económico y sobre todo el de defensa, porque esta "tiene que ser creíble" y tener capacidad de disuasión. "No estamos armados frente a los riesgos que afrontamos", ha advertido.

"Cuando tenemos un vecino agresivo, que dispone de capacidad balística en la que ha estado invirtiendo tantos años y que tiene arma nuclear, tenemos que luchar para lograr ese concepto estratégico de una defensa europea creíble", ha sentenciado. Su discurso ha durado una hora y media. Le han arropado los ministros del Gobierno y el primer ministro, Gabriel Attal, aunque el antiteatro no estaba lleno, había numerosos asientos vacíos y gran parte de las tribunas altas también.

Ha hablado de la necesidad de tener una soberanía estratégica en sectores clave como la sanidad, la energía, los semiconductores, los productos agroalimentarios, la tecnología o la defensa. "Las reglas han cambiado y la solución está en nuestra capacidad de tomar decisiones para afrontar este cambio de paradigma. La prosperidad y el humanismo permitirán a Europa ser un continente que no desaparece".

Para Macron, la política industrial es una herramienta clave para que Europa pueda producir sus armas "más, más rápido y en Europa". "Una Europa poderosa es una Europa que se hace respetar y asegura su seguridad, protege sus fronteras y se prepara".

En el plano económico, ha advertido de la necesidad de reajustar la política comercial porque EEUU y China "han decidido que no van a respetar más las reglas del comercio", ha dicho. A esto ha añadido otra amenaza: la batalla cultural, los valores. "Hemos pensado siempre que nuestro modelo era irresistible. En Europa nuestro valores y cultura son amenazados (...). Nuestros sueños y relatos son cada vez menos europeos, y más americanos, asiáticos...". Europa es "menos poderosa a la hora de productir grandes narrativas".

Macron da su discurso a las puertas de las elecciones europeas. El candidato de Reagrupamiento Nacional, Jordan Bardella, lidera las encuestas pero es que el aspirante del Partido Socialista, Raphael Glucksmann, podría pasar por delante de los macronistas. De hecho, este discurso se ha visto como una manera de relanzar la campaña.

Macron ha acabado su discurso hablando de lo que él ha llamado el humanismo europeo: "Ser europeo no es sólo habitar un espacio, sino defender una idea del hombre. De París a Varsovia y de Lisboa a Odesa, tenemos una relación única con la libertad y la justicia ".