Europeos, pero no mucho: dos de cada tres españoles prefieren que la última palabra la tengan los Estados miembros>

En general, los asuntos que tienen que ver con la Unión Europea (UE) interesan a la ciudadanía española, así lo constatan los datos del estudio 'Opiniones y actitudes ante la UE' elaborado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) entre los días 9 y 13 de abril. Concretamente, al 22,8% de los españoles les causa «mucho» interés lo que pasa fuera de nuestras fronteras y al 42,5% «bastante»; mientras que poco más del 30% muestra la opinión contraria. Ahora bien, al preguntarles si consideran que están bien informados de lo que acontece, la mayoría confiesa que entre «poco y nada». No obstante, más del 40% afirma que lo está entre «mucho y bastante».

La gran mayoría, más del 80% de los encuestados, coincide en que las decisiones que se toman en Europa afectan a la vida diaria de los españoles, es más, pertenecer a la Unión se ve con buenos ojos. La mayoría considera que formar parte de la UE beneficia en asuntos como «los salarios, las oportunidades para encontrar empleo, la cultura, las oportunidades para hacer negocios» o «para el desarrollo de las regiones más desfavorecidas o para el peso de España». La balanza solo se inclina hacia el lado contrario cuando se les menciona «los precios de los bienes y consumos». El 48,4% considera la pertenencia en este caso más bien perjudicial, frente a un 41,6% que lo ve favorable. No obstante, en el plano económico, un 63,1% de los españoles considera que nos iría «peor» si estuviéramos fuera de la UE. Un 14,1% afirma que «igual», mientras que un 17,7%, «mejor».

La economía en el centro

La percepción no solo es positiva en materia económica, sino que los datos publicados por el instituto que preside José Félix Tezanos revelan que los españoles se muestran a favor de impulsar medidas que fortalezcan a la comunidad europea. El 83,3% ve bien «reforzar la política exterior común europea», el 63,5% está a favor de la «creación de un ejército común europeo» y el 78,1% por ciento apuesta por «una política europea de inmigración de asilo común». Asimismo, un 62,9% apoya «una armonización de los impuestos», el 87,1% «una política de derechos y obligaciones comunes» y un 80,7% está a favor de «contribuir económicamente para financiar un Estado de bienestar europeo».

Sin embargo, aunque todos estos datos muestran una visión muy positiva sobre avanzar en torno a la UE y en el sentir europeo, si se les pone encima de la mesa a los encuestados elegir entre si «la Unión Europea debería llegar a tener un verdadero gobierno federal que tomara las decisiones» y «la última palabra en las decisiones importantes deben tenerla siempre los gobiernos de los Estados miembros», los españoles barren para casa. El 65,2% está más de acuerdo con que los asuntos de mayor calado se decidan internamente, mientras que el 30,6% apuesta por una UE más autónoma.

A esto se suma que la mayoría está a favor de realizar cambios: un 38,6% cree que deben ser «profundos», mientras que un 54,2% dice que son necesarios «pero no radicales». Solo el 4,1% asegura que la Unión «está bien» como está. En concreto, las tres principales cuestiones que los preguntados consideran que deberían modificarse o poner medidas en marcha al respecto son: «fijar un salario mínimo europeo», un 47,2% lo considera así; «avanzar en los derechos sociales y políticos de los ciudadanos de la UE», afirman un 47,1%; y «reforzar la política exterior y de seguridad común», señala un 30,7%. El 24,2% apuesta por «armonizar los impuestos europeos en todos los países», un 17,8% por «establecer una regulación común de derechos digitales e inteligencia artificial» y el 14,3% por determinar «un seguro de paro europeo común».

El 63,5% está a favor de la «creación de un ejército común europeo» y el 83,3% apuesta por «reforzar la política exterior común»

Preguntados directamente por cuál consideran el asunto más importante para el futuro de Europa, la lista la encabeza «la económica y el empleo», mencionado por el 32,9%. El 16,9% dice que «la protección social y el Estado del bienestar», el 15,7% afirma que «la democracia, sus valores y el Estado de derecho» y el 13,6% señala «el cambio climático». El estudio refleja respuestas muy similares cuando se les interpela sobre qué les gustaría que abordara «de forma prioritaria» el Parlamento Europeo. La economía y la creación de puestos de trabajo vuelve a ser la cuestión más mencionada (33,6%), seguida de «la lucha contra la pobreza y la exclusión social» (32,4%). El 31,4% pide debatir sobre «la sanidad pública» y el 18,2% sobre «la lucha contra el cambio climático».

Además de preguntar sobre las políticas que llegan hasta la Eurocámara, el CIS también estudia el grado de conocimiento de las principales instituciones europeas. La mayoría dicen haber oído hablar de todas, aunque las más conocidas son el Parlamento Europeo y el Banco Central Europeo, seguidas de la Comisión Europea y el Consejo de la UE. La que menos, el Consejo Europeo, aunque más del 70% dice conocerla. En cuanto a confianza, todas aprueban con medias por encima del 5. La que más confianza inspira, con un 5,94 es la Eurocámara, seguida de la Comisión Europea con un 5,88.