Un grave precedente en Quito>
El asalto a la embajada se produjo pocas horas después de que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador concediera asilo a Glas, después de más de tres meses de cavilaciones. El exvicepresidente afirma que es objeto de una persecución judicial ('lawfare'), a pesar de que sus dos condenas son en firme. En todo caso, incluso existiendo dudas sobre si corresponde o no concederle el derecho de asilo a un delincuente convicto, existen canales diplomáticos y jurídicos para resolver estas cuestiones sin recurrir a una acción de fuerza unilateral que ha dejado al Gobierno ecuatoriano desprovisto de argumentos.
Uno de los factores que sin duda han contribuido a esta reacción que vulnera los usos diplomáticos han sido las provocaciones de López Obrador. España conoce bien las actitudes pendencieras del presidente mexicano, que ya ha provocado graves enfrentamientos de su país con Bolivia y Perú. En 2019 se enfrentó a Jeanine Añez por darle asilo político a Evo Morales y en mayo de 2023, el Congreso de Perú declaró 'persona non grata' a López Obrador por declarar que la presidenta Dina Boluarte «no es legal ni legítima» y negarse a entregarle la presidencia de la Alianza para el Pacífico, un organismo de cooperación regional. Las relaciones entre Perú y México hoy están rotas. El jueves, un día antes del asalto, la embajadora de México en Quito, Raquel Sensur, también fue declarada 'persona non grata' en respuesta a unas declaraciones de López Obrador en las que sostuvo que el asesinato del candidato anticorrupción Fernando Villavicencio había sido planificado por la derecha para dañar las perspectivas de la candidata del correísmo Luisa Magdalena González. La acusación encendió al Gobierno de Noboa, que se irritó aún más con la concesión de asilo a Glas y el anuncio de que un avión oficial mexicano iba en camino a buscarlo.
Por razones históricas, el derecho de asilo es una de las garantías más apreciadas por las repúblicas iberoamericanas. Ecuador no tiene nada que ganar en esta coyuntura, porque aunque el presidente mexicano es un provocador, el uso de la fuerza deslegitima su posición. Todos los países de la región han condenado lo ocurrido. Únicamente no hay constancia de la posición de El Salvador de Nayib Bukele. La Organización de Estados Americanos y la Unión Europea han condenado la violación de la extraterritorialidad diplomática. Se trata de una situación muy compleja que puede convertir al Gobierno ecuatoriano en un paria y complicar extraordinariamente las citas diplomáticas convocadas en Ecuador para los próximos meses, en especial la cumbre iberoamericana prevista para finales de este año en ese país.