Cómo ganarle horas al día y tener más tiempo libre aplicando el método MIT (Most Important Thing)

Ir y volver del trabajo, cumplir con el horario laboral, hacer la compra, preparar la comida, entrenar, limpiar en casa, poner la lavadora, recuperar tareas pendientes... A lo largo de una jornada tenemos que realizar infinidad de cosas que nos mantienen ocupadas prácticamente todo el día. Apenas nos queda tiempo libre para poder disfrutar o simplemente descansar leyendo un libro, viendo una serie o película o haciendo cualquier otro plan tranquilo en casa. Por ello, es lógico que, en ocasiones, acabemos sobrepasadas por esa enorme cantidad de responsabilidades.

Para evitar que las obligaciones diarias nos acaben generando estrés o ansiedad la clave es organizarse mejor para ganar horas. En este sentido, el llamado método MIT (Most Important Thing) nos puede ayudar a conseguirlo para poder así disfrutar de más tiempo libre.

¿Qué es el método MIT?

El método MIT (Most Important Thing, que en español quiere decir la cosa más importante) consiste en identificar la tarea que tiene mayor prioridad en una jornada y empezar por ella el día. Defiende que no hay que ponerse con otra hasta que no se haya completado. Puede ser la más urgente, la más relevante o la que más esfuerzo requiera. En cualquier caso, en el fondo se trata de una manera de organizarte mejor, de establecer un orden y de ayudarte a abordar asuntos pendientes que corren el riesgo de quedar olvidados. Y es que, en ocasiones, cuando tenemos una larga lista de quehaceres, no sabemos por dónde comenzar y nos sentimos bloqueadas.

La coach Chelsea Pottenger, fundadora del sitio web sobre salud y bienestar EQ Minds, escribe en su libro The Mindful High Performer (El alto rendimiento consciente) que ella se sienta los domingos con su agenda para planificar la semana siguiendo este método. De esta forma, asegura, la comienza menos estresada.

No obstante, por mucho que tengas todo planificado al minuto, hay que ser consciente de que probablemente acaben surgiendo imprevistos a lo largo de cada jornada: desde una cita con el médico hasta una reunión de trabajo pasando por una llamada inesperada o la necesidad de acudir a un recado. Según Chelsea Pottenger, lo mejor en esos casos es tomárselo con calma y, desde la tranquilidad, ir reorganizando las tareas del día.

Cómo aplicar el método MIT para ganarle horas al día

Pottenger describe su jornada laboral de la siguiente forma: "Lo primero, pero lo primero de verdad (antes incluso de consultar mi correo electrónico), es identificar qué tarea va a ser la más importante ese día y me propongo hacerla en las dos primeras horas de trabajo". Lo cierto es que elegir qué es lo prioritario puede no resultar sencillo. Debes confiar en tu intuición y juicio, aunque te puede ayudar preguntarte por tus objetivos a corto o largo plazo, por las consecuencias de aplazar algo, por las tareas que tendrán mayor impacto o por las que te harán sentir más satisfecha. Ten en cuenta también la dificultad, la duración y la complejidad de cada una de ellas y trata de ser realista y de ajustarte a un horario.

Para que la elección de prioridades y su cumplimiento no nos termine también afectando, la experta aconseja no asumir más de tres tareas grandes por jornada. Según detalla, la razón está en el hipocampo. Este funciona como una especie de amortiguador y va reenviando la información aprendida durante las fases de descanso, como las horas de sueño, a otras zonas del cerebro. Si lo saturamos con demasiadas responsabilidades, no tendrá tiempo de procesarlas.

Cómo convertir el método MIT en una rutina

Cómo convertir el método MIT en una rutina
Una mujer escribiendo en una agenda.PEXELS

El método MIT no es algo que haya que hacer una vez o una solución temporal durante una etapa de agobio. Se trata de un hábito que debe practicarse a diario para convertirlo en rutina. Una manera de hacerlo es ir escribiendo las tareas que vamos a realizar en una agenda, un cuaderno, una nota adhesiva o una aplicación de móvil. Intenta completarlas siempre a primera hora del día, cuando tenemos más energía, y evitando las distracciones e interrupciones. Al final de la jornada, revisa las tareas y evalúa los resultados. De esta manera, aprenderás de la experiencia y mejorarás tus habilidades en gestión del tiempo para poder lograr tus objetivos.

Sigue el hábito de apuntar las tareas a realizar todos los días, preferiblemente a la misma hora y en el mismo lugar. No obstante, como antes señalábamos, es importante que seas flexible y te adaptes a tus necesidades y preferencias. Ten en cuenta también tu carga de trabajo y tu capacidad.