Un pasaje a las ferias del libro
Si bien es uno de sus objetivos principales, las ferias contemplan una dimensión mucho mayor que la de simples mecanismos de ventas. «Es la gran fiesta del libro. Salen a la calle y nosotros estamos en contacto con los lectores de una forma distinta a la habitual, fuera del establecimiento. Es la ocasión para poner el libro en el lugar que merece», explica Óscar Porral, vicepresidente de la Federación de Librerías de Galicia, encargada de organizar las 17 ferias, y gerente de la librería Bandini.
En un ecosistema donde las librerías luchan contra la amenaza constante de la venta online y la lectura a través de dispositivos electrónicos, estas ferias sirven como una especie de faro de resistencia cultural. «Hay mucha gente que, a lo mejor, no tiene la dinámica regular de ir a las librerías. De esta manera le acercamos el libro a la gente, con carpas, eventos y actividades que pueden resultar atractivos a la gente», explica Óscar Porral. Es en estas carpas donde «el libro se dignifica» y los lectores conversan con los autores y los libreros, forjando conexiones que difícilmente se podrían establecer en mitad del frenético ritmo de la vida moderna. «Tenemos contacto directo con las personas, les miramos a los ojos, podemos intuir a través del diálogo qué es lo que buscan en ese momento y recomendarles», añade el vicepresidente.
Este acercamiento al lector es crucial en una era donde, como señala Óscar Porral, el sector editorial parece estar «permanentemente en crisis y amenazado». Sin embargo, lejos de sucumbir ante dicho panorama, estas ferias demuestran que la pasión por la lectura no se ha perdido y que «el libro goza de un buen estado de salud». Estos eventos no solo atraen a los habituales devoradores de libros, sino que también cumplen un importante papel como dinamizador social y cultural gracias a las numerosas actividades que los acompañan. Talleres de cómics, presentaciones de libros, recitales poéticos, relatos literarios, conversaciones filosóficas y actividades infantiles alimentan el ambiente festivo y la participación de asistentes de todas las edades.
Escaparate para escritores y nuevas ediciones
Sin la inspiración de los escritores, los libros desfallecerían, hambrientos de nuevos mundos que compartir. Son la materia prima de las librerías, razón por lo que las ferias del libro también cumplen una función de escaparate para estos literatos, principalmente aquellos nóveles y menos conocidos. «Son una oportunidad para compartir su obra con el lector y que este los conozca, también en persona», afirma Óscar Porral. En un mercado saturado, en el que se publican miles de libros cada año, los autores tienen la oportunidad de compartir su obra directamente con el público en estos emplazamientos.
Por otro lado, la selección de libros que cada librero lleva a las ferias no es arbitraria. Si bien es cierto que «hay libros que se mantienen en cada feria», los libreros se adaptan a la idiosincrasia de cada lugar. Así, por ejemplo, se ofertan libros relacionados con el mar en las localidades costeras, mientras que en aquellas ferias celebradas en el interior se puede optar por tramas más vinculadas a sus actividades locales, como la viticultura. En todo caso, desde la federación de librerías coinciden en que «cada librería es absolutamente diferente», en función de su temática, su público y su naturaleza generalista o especializada. Además, cada librero cuenta con su «libro fetiche», que también sirve para conformar el catálogo final que ponen a la venta en cada feria.
Entre los distintos públicos, desde la federación de librerías destacan la voracidad lectora de las nuevas generaciones. «Podemos pensar que no son lectores y, sin embargo, hay muchísima edición para edades de entre 14 y 18 años. Creo que es actualmente la franja que goza de más salud». Óscar Porral detecta que el género young adult de temática fantástica es el favorito entre los jóvenes, aprovechándose del gran tirón de la serie Blackwater. «Es la sección que mejor está funcionando». Clásicos como Jane Austen, Dostoievski o Tolstoi también son muy reclamados, gracias a la aparición de nuevas ediciones, ilustradas, más cuidadas y muy enfocadas en el diseño para hacerlas más llamativas a los nuevos lectores.
Las ferias del libro de Galicia son un éxito -más de 200.000 visitantes en la edición de 2023 de La Coruña y alrededor de 25.500 ejemplares vendidos en la recién finalizada de 2024-, pero la riqueza de la literatura no se rige tanto por las cifras de ventas como por la calidez del libro. «Es algo que está en nuestra naturaleza, transforma nuestro mundo y nuestra forma de pensar», comparte Óscar Porral, antes de recordar que «siempre hay un libro para cada lector».