Federico de Dinamarca intenta aliviar las tensiones familiares y condecora a sus sobrinos
Los hijos de Joaquín de Dinamarca dejaron de ser príncipes hace dos años cuando la Reina Margarita tomó la decisión de acotar su monarquía. Una decisión que, tal y como comentó su hijo pequeño, les pilló por sorpresa. Los Príncipes Nicolás y Félix, fruto del matrimonio de Joaquín y Alejandra de Frederiksborg, junto con Enrique y Atenea, que son del segundo matrimonio del Príncipe danés con Marie de Dinamarca, se quedaron sin nada. Bueno, técnicamente no, puesto que la monarca les nombró condes de Monpezat.
Un título meramente representativo y creado en 2008 para diferenciar al príncipe heredero de su hermano. Fue en septiembre de 2022 cuando Margarita de Dinamarca tomó la decisión de ampliar ese título a los hijos de Joaquín de Dinamarca, cuando los dos mayores ya habían cumplido los 18 y habían hecho sus pinitos en el mundo de la moda. A ojos del hijo pequeño de la Reina, estaban siendo «maltratados» por el cambio de tratamiento, puesto que pasaban de ser Su Alteza Real a ser solamente Excelencia. Su queja era porque, según él, la decisión se tomó sin previo aviso y había causado mucha tristeza en su familia.
La propia Reina Margarita de Dinamarca se vio obligada a pedir perdón en los días posteriores, diciendo que había subestimado la situación. Pero este lunes, el Rey Federico ha querido aliviar parte de ese malestar con otro gesto que, aunque es meramente simbólico, cambia las cosas. El monarca, con motivo de su 57 cumpleaños, ha otorgado la Gran Cruz de la Orden de Dannebrog a sus sobrinos, los condes Nicolás y Félix de Dinamarca, en un acto privado antes del desayuno familiar.

«Como resultado del nombramiento, los condes, al igual que otros destinatarios daneses de la Gran Cruz, deben haber preparado un escudo personal de caballero», asegura la publicación que han compartido, con las fotos del momento, en sus redes sociales. «Cuando estén listos, serán colgados en la Capilla del Caballero del Castillo de Frederiksborg en Hillerød», añaden desde la Casa Real danesa.
La cruz, que tiene varios niveles, solo corresponde en el grado de gran comandante para reyes y reinas, con la excepción de la Princesa Benedicta y el Príncipe Joaquín. El resto son caballeros de diferentes grados.

Esta decisión de Federico de Dinamarca 'arregla' de cara al público el supuesto error de su madre. Además, deja claro que la relación con su familia es buena y que apoya el recorrido de los dos jóvenes, sobre todo en el caso de Nicolás que está trabajando mucho como modelo.
Y de esta manera, Federico rompe también las tensiones con su hermano, que ha mostrado con más o menos discreción su falta de satisfacción ante el papel de su familia en la realeza. En los comentarios de la publicación, el público muestra su satisfacción ante este cambio: «Tenemos a un Rey cuyo corazón está en el lugar correcto», dice alguien en respuesta a la publicación. «Ellos siempre serán nuestros príncipes», comenta otra persona. «¡Es una buena decisión! Los dos jóvenes son los mejores representantes de la Familia Real. ¡No deberían haber perdido sus títulos! Seguro que habría otra solución», dice un tercer usuario. Es de esperar que los hijos pequeños de Joaquín de Dinamarca también reciban esta condecoración en el futuro.
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