El ahora qué del Barcelona, las secuelas de un fracaso: Xavi, quédate; Lewandowski, márchate>

Sin nada en juego, la prioridad de Laporta es hablar con el técnico para abordar su futuro. En este sentido, hay prevista una reunión entre ellos a los que se sumarán el vicepresidente deportivo, Rafa Yuste, y el director deportivo, Deco. Xavi se mantiene firme en su decisión pero podría cambiar de opinión si el presidente se muestra contundente a la hora de expresar su deseo y le asegura que sigue confiando en su proyecto a pesar de los malos resultados. Una comparecencia pública del dirigente ayudaría a que Xavi reconsiderara su postura. Desde dentro del club se valora su propuesta futbolística y su apuesta por los jóvenes. Si finalmente no sigue, Rafa Márquez es el mejor colocado para sustituirle.

Con el entrenador de la próxima temporada decidido será el momento de configurar la plantilla, aunque ya hay algunos casos que parecen claros. Deco apuesta por dar continuidad a jóvenes valores que han demostrado tener un gran futuro en el Barcelona, como son Lamine Yamal, Fermín y Pau Cubarsí. Hay cuatro futbolistas que acaban su contrato en junio y que prácticamente es seguro que no continuarán: Sergi Roberto, Marcos Alonso, Joao Cancelo y Joao Félix. Los dos primeros no han tenido un protagonismo en el campo que avale su renovación y los dos segundos no han aportado el rendimiento necesarios para que el Barcelona les acabe fichando. La semana de Cancelo ha sido tan desastrosa como la del equipo, quedando retratado en dos goles del PSG y otros dos del Real Madrid. Aunque el futbolista querría quedarse, el City no está dispuesto a firmar una nueva cesión. Tasado en 40 millones, el club inglés lo venderá este verano al mejor postor. En cuanto a Joao Félix, el Barcelona no se encuentra en disposición de pagar lo que pide el Atlético, que también pretende una venta. Además, el portugués, que ya llegó sin el beneplácito de Xavi, ha tenido un rendimiento muy irregular.

Mención especial merece Vitor Roque, un futbolista que ha costado 62 millones de euros en un momento económico muy delicado del club y que no ha jugado ni un minuto en la semana más decisiva de la temporada. Su ostracismo se entiende como un mensaje de Xavi a la política de fichajes de Deco, obligado a acertar con las nuevas incorporaciones. Una de las posiciones más urgentes a reforzar es la de mediocentro o pivote defensivo, huérfana desde que Busquets se marchó. Oriol Romeu no ha cumplido las expectativas y podría salir también este verano.

La incertidumbre sobre su futuro alcanza al propio Robert Lewandowski, al que Xavi sustituyó ante el Real Madrid obviando su jerarquía en el equipo. El polaco, con un contrato creciente (expira en 2026), ya tiene 35 años y su fichaje aún no está amortizado (el Bayern lo vendió por 45 millones más otros cinco en variables). Para no contabilizarlo como pérdidas, el Barcelona debería traspasarlo por un mínimo de 12 millones de euros (su valor de mercado es de 15 millones). El equipo necesita un relevo, un goleador de futuro y Lewandowski aceptar su nuevo rol o buscar una salida que aligere masa salarial. Su salida se vería con muy buenos ojos y un alivio para las arcas del club, ya que sus emolumentos son una pesada losa.

Precisamente, para aligerar la masa salarial y conseguir ingresos que permitan fichar, el Barcelona podría acometer una serie de traspasos de jugadores que están bien valorados y tienen mucho mercado, como serían Frenkie de Jong, Araujo o Raphinha. El neerlandés ya lleva varios veranos sonando como moneda de cambio o como venta necesaria. Le quedan dos años de contrato y el Barcelona podría ingresar unos 70 millones por él. Cifras similares a las que se ofrecerían por el uruguayo, aunque la diferencia es que Araujo es un pilar en la defensa azulgrana y De Jong no ha ofrecido el rendimiento esperado a pesar de ser un jugador con ADN Barça, ideal para el sistema que implementa el equipo catalán.

Dependiendo de las salidas, de los ingresos y de la masa salarial que se libere, el Barcelona podrá reforzarse de una u otra manera, aunque los puestos prioritarios son los dos laterales (se confía en la recuperación de Balde y habría que ver qué sucede con Dest, que regresa tras su cesión), el pivote defensivo y un interior.